Ingenio San Isidro

 

 

 

 

 

 

 

     El Ingenio San Isidro (hoy Santa Lucia), fue fundado por el Cnel. de Milicias Reales Don Juan Adrián Fernández Cornejo en el año 1.760 quien introdujo la caña de azúcar desde el Perú de donde era natural (Locumba) e instalo su trapiche en la primitiva “Hacienda de la Viña de Siancas” cuyos cultivos progresaron paulatinamente dando origen al primer ingenio azucarero del país. En estos primeros tiempos la elaboración del azúcar era rústica, se la obtenía de la cristalización de los caldos hervidos del jugo de la caña de azúcar, cuyo trapiche era movido por fuerza animal.

     A la muerte de Don Juan Adrián F. Cornejo el 10 de diciembre de 1.797 el Regidor Defensor de Menores don Nicolás León de Ojeda pidió se practique un inventario de sus bienes fundamentando “para que no sean perjudicados sus herederos en los frutos de la hacienda de esta testamentaría, y que sigan los laboreos de azucares, mieles y otras”.

     Dicho inventario fue practicado en Campo Santo el 19 de diciembre de 1.997, donde consta: pilones de azúcar, hormas, alambiques, un trapiche, surcos de cañas, chancacas, miel, y demás piezas concernientes a la elaboración de azúcar.

     A través de este valioso documento que se conserva en el Archivo Histórico de la Provincia de Salta, queda evidenciado que Don Juan Adrián F. Cornejo fue el iniciador de la industria azucarera del país cuya actividad comenzó en Campo Santo y continua hasta la actualidad.

     En 1.798 el Cnel. José Antonino Fernández Cornejo hijo de Don Juan Adrián F. Cornejo hereda la Hacienda de San Isidro el cual continua con la tarea iniciada por su padre.

     En febrero de 1.813 cuando el Ejercito del Gral. Belgrano procedente de Tucumán se dirigía a Salta donde se daría batalla con el ejercito realista el 20 de febrero de aquel año, el Cnel. José A. F. Cornejo puso a disposición los cañaverales para alimentar a la caballar del Ejercito, por dicha razón ese año no se realizó cosecha.

     En 1.820 José A. F. Cornejo proporciona una partida de cañas de azúcar criolla al Presbítero Doctor José Colombres el cual instaló su trapiche en Tucumán. Este religioso mantenía amistad con la familia Cornejo.

     En 1.841 nuevamente parte de los cañaverales son destinados para alimentar al caballar del escuadrón que acompañaba al Gral. Lavalle, el cual escapaba de las tropas fieles a Juan Manuel de Rosas. 

     Don José A. F. Cornejo falleció en 1.851 a los 83 años de edad, heredando el ingenio San Isidro su hijo Juan Nepomuceno Cornejo a quién se le debe la gran obra de modernización del antiguo ingenio. 

     Hizo traer desde Inglaterra máquinas a vapor para blanquear el azúcar a pesar de que no existían las vías férreas hasta Campo Santo, no fue imposible para él porque junto a las maquinarias trajo los carros apropiados para tal circunstancia y transportar las mismas desde la punta de riel que estaba en Fraile Muerto, provincia de Córdoba hasta el Ingenio San Isidro.

     Se lo puede considerar un gran impulsador de la industrialización del país al haber  incorporado novedosamente estas máquinas a vapor ya que hasta entonces en la región todo era movido por fuerza animal o fuerza humana. Estos cambios beneficio el procesamiento reduciendo de esta manera la fabricación del azúcar, antes se obtenía después de 6 meses de cosechada la caña y luego se redujo a 24 hs.

     En la actualidad dicho Ingenio cambio su denominación al ser adquirido por sus nuevos propietarios, hoy es Ingenio Santa Lucia.

 

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