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Historias de la Historia de Salta

Gimnasia y Tiro en la Historia

Por Andrés Mendieta

Corresponde aquí advertir al amigo lector, antes de dar lectura a esta nota, que no me lleva ningún interés romántico ni apasionado honrar hoy a una institución centenaria. Por su trayectoria se ha ganado el derecho de figurar en las páginas amarillentas de la historia de Salta. Me estoy refiriendo al Club de Gimnasia y Tiro quien, hoy por hoy, se halla ubicada entre los diez más importantes desde Córdoba hacia el norte del país.

Esta entidad germinó el 29 de noviembre de 1902. Desde sus inicios como Club Atlético Salteño, abrió sus puertas enarbolando como distintivo y bandera los colores de la enseña patria puesto que, bajo su airoso ondear, pueden cobijarse con plenos derechos y respeto cualquier persona ya sea por su nacionalidad, credo y sentir. Solo exige: lealtad y honradez.

La casa de la familia Zorrilla a fines del siglo XIX se realizaron las primeras reuniones donde más tarde surgiría el Club Gimnasia y Tiro

Es oportuno en este caso hacer un recordatorio. Con motivo de la celebración del Día de la Independencia en 1903 el Club Atlético Tucumán invitó a su similar de Salta a participar de los actos conmemorativos. El equipo viajó presidido por Moisés Oliva y Delfín Ovejero y conformado así: Juan Reimundín; Ángel Zamora y Ramón Albeza; Andrés Ilvento, Desiderio Ruiz y Alberto Alemán; Luis Bassaniu, Roberto Ritzer, Domingo Quirzio, Juan Mariano Solá y Victoriano de la Vega. Su atuendo era: sombreritos con ribetes azul y blanco; camiseta con iguales tonos en franjas verticales; pantalón blanco a media pierna; medias comunes; y calzados con borceguíes. Los "albos" fueron derrotados por 10 a 0.

El Gran Hotel fue otro de los lugares donde se hicieron reuniones

ASI SURGIÓ

A fines de 1800 los vecinos mantenían el tradicional hábito de cultivar reuniones en casas particulares donde los asistentes, en amables charlas, inmiscuían temas afines a las artes, la política y asuntos íntimos. Estas tertulias, en ciertas ocasiones, eran animadas por jóvenes, criados o sirvientes quienes interpretaban distintos ritmos de la época, ejecutados con violines, piano y guitarras. El centro principal de estos cenáculos ocurría en la antigua casa de Lucinda Quiroz Zorrilla, situada en Caseros casi esquina 20 de Febrero. El hermano de esta bienhechora, Ángel Quiroz, disponía de dos salas para albergar a los contertulios. El anfitrión agasajaba a los asistentes con mates cebados por una robusta servidumbre que lucía un "iluminado" delantal blanco, atuendo que se hacía notar sobre el negro color de su piel.

Salta en 1904. El equipo de fútbol viajó a Jujuy a pie para jugar un partido frente a un equipo de la provincia vecina - Venvieron 6 a 0.

Se cuenta que entre asiduos asistentes figuraban: Manuel Anzoátegui, Máximo Mendoza, Ignacio Ortiz, Bernardo Castellanos, José Tedín, Pío Saravia, José Alderete y Ricardo Orihuelanion, en muchas ocasiones con sus respectivas esposas.

En una de las tantas "tendidas" entre mate y mate se esbozaba la perspectiva de formar una entidad para que la juventud hiciera deportes. En lugares, inapropiados por cierto, se pateaba una aparente pelota fabricada con el cuero, ya seco, que cubría la panza de las vacas. Se disputaban los picaditos en cualquier baldío y hasta en la calle. En las proximidades de la entonces parada de los tranvías, arrastrados por caballos, había un campito ubicado entre las actuales calles Ameghino, Pueyrredón, Zuviría y las vías del ferrocarril.

Salta en 1902 - Edificio de la vieja Guardia Nacional hoy Club Gimnasia y Tiro

El profesor de gimnasia de la Escuela "Benjamín Zorrilla", Victoriano de la Vega, fue quien trajo el primer "football de cinco tajadas" y la reglamentación para la práctica de este juego. De acuerdo a información extraída de una enciclopedia este esparcimiento con pelota tiene como antecedentes alrededor del año 200 a.C. durante la dinastía del filósofo chino Han Fei.

El "bichito" por este deporte le había "picado" a de la Vega cuando jugaba cerca de la estación de tranvías junto a Adolfo Agote, Bernardo Guzmán, Santiago Nansi, Pedro y Pablo Copa, Juan Reimundín, Segundo Suárez, José Solá, Domingo Quizio y Juan Reboin, entre otros. Ya con pelota oficial se armó una cancha en un baldío frente al Colegio Santa Rosa y otra en un campo existente en la manzana delimitada por las calles Zuviría, General Güemes, Deán Funes y Santiago del Estero.

Otra de las actividades competitivas que se practicaban en esa Salta de antes figuraba la natación. Se acostumbraba en época estival nadar ya en el río Arenales o en la "zanja blanca" –hoy avenida Virrey Toledo, entre Santiago del Estero y Paseo Güemes-donde había pozos profundos. Por sólo diez centavos se podía nadar en la pileta construida en la esquina de Jujuy y Urquiza, conocida como la quinta de la familia Baldovino.

Salta en 1930 - Competencia de Ciclismo

En lo que hoy es el Mercado Artesanal estaba el Molino de los Patrón donde los bañistas pertenecían a familias llamadas "distinguidas". Los baños estaban completamente cercados para evitar la mirada indiscreta de los paseantes.

Retornando a las reuniones "pro constitución de un club" los asistentes no querían que el proyecto quedara sin definirse. Se dispuso convocar a una asamblea que, por el interés despertado, era menester conseguir un amplio local y fijar fecha. No resultó difícil establecer por sede de la reunión el bar del Grand Hotel (España y Zuviría, en la misma cuadra de la Catedral). En la noche del 29 de noviembre de 1902 se congregaron: Victorino de la Vega, Carlos Trogliero, Luis Peralta, Alfonso Baissac, José Eustaquio Alderete, Cayetano Cernuschi, Federico Lance, Julio Guerrero, Fernando Córdoba, Héctor González, Desidero Ruiz, Jorge Guerrero, Ángel Zamora, José Pellegrini, Arístides Hadrowa, Raquel Saravia, Ramón Albeza, y Juan Marino Solá.

Después de un animado cambio de opiniones quedó constituido el Club Atlético Salteño cuya comisión directiva provisoria esta presidida por el fundador y director del diario "El Cívico" -de tendencia radical- y político José Eustaquio Alderete. Para redactar los estatutos se encargó al doctor Manuel Anzoátegui con la colaboración de Alderete y de la Vega.

Al mes siguiente se convocó a una nueva asamblea para aprobar los estatutos y elegir el consejo directivo recayendo la conducción en el escritor, periodista y constituyente en 1881 Francisco Alsina, fallecido en Chicoana el 26 de julio de 1903. Durante la tercera asamblea presidida en la ocasión por periodista, político y legislador nacional Moisés J. Oliva se dispone desistir por inadecuado la plaza Güemes para las actividades deportivas y se acepta los terrenos cedidos, sin cargo, por el medico Manuel Anzoátegui a quien, por su generosidad y como un signo de gratitud, se lo eligió presidente de la institución gestión que alcanzó durante 17 años, vale decir hasta su muerte sucedida el 4 de febrero de 1920.

Esta entidad poco a poco se fue consolidando hasta que al ampliar sus disciplinas con la práctica de tiro, el 26 de marzo de 1904, se resolvió cambiar el nombre de Atlético Salteño por Club de Gimnasia y Tiro.
Después de la muerte del doctor Anzoátegui ocuparon la presidencia de la entidad de la calle Vicente López los siguientes: mayor Brígido Zavaleta (1920—1923); Juan José Castellanos (1923-1924); nuevamente Brígido Zavaleta (1924-1925) y David Michel Torino quien, por espacio de más de treinta años, manejó los intereses de esta tradicional entidad. Aquí corresponde mencionar que "Don David", figura patriarcal de Gimnasia y Tiro, ganó elecciones desde la cárcel mientras estaba privado de su libertad por razones políticas.

A Michel Torino se le debe, entre otras obras, la iluminación de la cancha de fútbol inaugurada con un encuentro con el primer equipo de River Plate y la construcción de una tribuna de cemento con recursos propios.

 

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