Esta casi desconocida acción de lucha tuvo lugar el 3 de diciembre de 1874 en la Región de la Puna de la Provincia de Jujuy, cuando el Cacique nativo don Anastasio Inka se quejó al entonces gobernador Teófilo Sánchez de Bustamante por los injustos arrendamientos que su gente pagaba a Fernando María Campero y otros terratenientes. Éste último decide actuar en favor de los nativos y cuando se dirigía a la zona fue tomado prisionero en la localidad de Volcán y destituido por José María Álvarez Prado que actuó a favor de los terratenientes, cuando a fines de noviembre marchó al frente de un escuadrón de unos 300 soldados hacia el territorio de la parcialidad kolla, donde en el paraje Abra de la Cruz los esperaba un ejército de nativos para hacerles frente, organizado por el militar de la Guardia Nacional , Laureano Saravia.
Las comunidades nativas de los Departamentos de Yavi, Cochinoca, Santa Catalina y Rinconada estaban encabezados por don Anastasio Inka, Federico Zurita, Benjamín Gonza y José María Maidana, quienes habían alcanzado a formar una milicia integrada por unos 1.200 hombres que se alzaron con el triunfo. Pero lo más resaltante y representativo de aquél hecho, fue que aunque los nativos capturaron a José María Álvarez Prado no lo ejecutaron y lo liberaron sin hacerle daño. Las consecuencias fueron que una vez replegado y habiendo solicitado refuerzos al gobierno nacional, estas autoridades cursaron órdenes al gobierno de la Provincia de Salta para que enviara tropas. Salta envió un batallón de guardias nacionales al mando del ministro de gobierno Segundo Linares y las tropas de Prado sumaron alrededor de 700 hombres que se concentraron en la localidad de Quera, cercana a Cochinoca, y otros 300 de reserva en el Puesto del Marqués. El 4 de enero de 1874 se produjo la sangrienta batalla de Quera en la que los “rebeldes” tuvieron 134 muertos incluyendo a Zurita y Gonza. Luego de la Batalla de Quera los cuatro departamentos de la puna fueron ocupados militarmente, las autoridades repuestas y los implicados juzgados y algunos ejecutados. Recordamos a todos los nativos americanos que se transformaron en mártires por defender y reclamar sus derechos naturales.
