Juan Diez de Andino

Diez de Andino, por su parte, organizó una "entrada general" contra los mocovíes, logrando proteger y asegurar el camino al Perú. Además encargó a Pedro Lavayén entrar al Chaco desde Jujuy y construir un fuerte en la Quebrada de Santa Bárbara, lugar estratégico que dominaba la entrada a la región. Pero Lavayén cometió la imprudencia de perseguir a los indios hasta el Bermejo, donde fue apresado y muerto, perdiéndose también el fuerte recién construido. Por último, el martirio de los padres Diego Ruiz y Juan Antonio Solinas, quienes habían entrado a misionar entre los Tobas y Mocovíes en 1683 pero murieron a manos de éstos junto al Río Bermejo, deterrninó a Antonio de Vera y Mujica realizar una expedición de castigo en 1685. Esta partió de la ciudad de Esteco y a pesar de que se logró el rescate de los restos de los infortunados misioneros, las lluvias y lo "fragoso del terreno" obligaron a Vera y Mujica a regresar sin poder castigar a los autores del crimen.

El Siglo XVII terminó así, con un Chaco Gualamba bajo el total dominio de las tribus guerreras tobas, mocovíes y abipones, entre otras, y la impotencia de las autoridades españolas por lograr su conquista y establecer la ansiada comunicación entre el Este y el Oeste a través de la boscosa región chaqueña. Entre los factores que contribuyeron a este resultado fue el ya mencionado dominio del caballo por las tribus chaquenses, hecho que les permitió colocarse en un pie de igualdad ante los tercios españoles y, sumado a ello, su superioridad numérica y su conocimiento del monte que les servía de seguro refugio. Pero también influyó, y mucho, el maltrato que los indios sufrían en las encomiendas y la práctica de sacarlos del medio natural para reducirlos cerca de las poblaciones hispánicas, donde ni el clima ni el medio natural les eran favorables, lo que produjo en ellos mortandad o, en el mejor de los casos, la fuga hacia sus Iugares de origen. Tampoco las autoridades de las distintas jurisdicciones acertaron a coordinar entre ellas una estrategia válida para asegurar el éxito de las empresas conquistadoras y atraerse a los principales caciques chaqueños sin alterar sustancialmente sus patrones culturales.

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