Juan Pérez de Zurita

El descubrimiento de América convirtió a España en uno de los imperios más extensos y poderosos de todo el Occidente. Ello fue posible gracias a hombres como Hernán Cortes, Francisco de Pizarro y tantos otros que quedaron en el anonimato.

Uno de estos conquistadores fue Juan Pérez de Zurita, quien al parecer era de nuestra tierra y como dice Don José de la Torre también llamado Juan Pérez de Zorita (c. 1516-c. 1595), y según consta en documentos del Archivo de Protocolos, éste vio la luz en el año 1.516. Era hijo de Alonso Díaz de Zurita, natural de Cañete de las Torres y de doña Inés Fernández de Córdoba.

En 1.536 inicia su carrera militar. En 1.548 se encontraba en Granada y quizá en 1.550 debió embarcar para las Indias con su hermano Alonso de Zurita. En 1.553 debió pasar al reino del Perú con motivo del alzamiento de Hernández Gijón.

A principio de 1.557, por orden del Virrey Hurtado de Mendoza y formando parte de una expedición de 700 soldados, se traslado a Chile. Desde allí y al mando de 70 hombres con cargo de Teniente de Gobernador y Justicia Mayor pasó a las provincias de Tucumán, Juries y Dieguitas.

Mas tarde, atravesó la cordillera de los Andes y llegó a Santiago de Estero. A mediados del año siguiente salió para el valle de Quinmivil y estableció la ciudad de Londres. En 1.559 puso los cimientos de la ciudad de Córdoba y en 1.560 fundó la de Cañete, en recuerdo de la patria de sus ascendientes.

En 1.561 el nuevo gobernador de Chile designó un nuevo teniente en la provincia de Tucumán para sustituirle y gracias a su ineptitud y cierta grave ofensa que hubo de inferir al cacique de Calchaqui, los feroces indios cayeron por millares y destruyeron, para siempre, las tres ciudades.

Posteriormente fue trasladado, contra su voluntad, a Chile, prestando señalados servicios a los gobernadores don Pedro de Villagrá y don Rodrigo de Quiroga. En 1.571, el Virrey de Perú, don Francisco de Toledo, le dio provisión para fundar dos poblaciones en la gobernación de Santa Cruz de la Sierra.

Estuvo casado con doña Jeronima de Mena y Saldaña. Es posible que falleciera en La Plata hacia el año 1.584.

 

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