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Historias de la Historia de Salta

Kiwanis en Salta y las Baldosas

 

Trabajo de investigación realizado por Claudia Troncoso y Analía Brizuela Mangione.

Baldosas de cerámica esmaltada para circuito pedestre autoguiado financiado por el Club en 1978

El Club Kiwanis es una asociación creada en Estados Unidos (Detroit) en 1915, tal como relata la pestaña “Nuestra Historia” de su sitio web kiwanis.org. En “American Freemasons: three centuries of building communities” (2006), su autor Mark Tabbert describe cómo ciertos clubes (Rotarios y Kiwanis) fueron organizados por masones que buscaban alternativas fuera de las logias. Se trata, explica, de una forma en que la masonería anglosajona resolvió situaciones internas creando clubes de negocios y clubes sociales, muchos activos hasta hoy. 

Sí existe una fecha de inicio formal en Salta sería el 17 de Junio de 1970, un dato que brinda el empresario salteño Santiago Del Pin durante una entrevista telefónica que gestionó José Carrer.

Dos veces presidente de Kiwanis International Argentina, a la consulta sobre si se trata de un Club relacionado a la masonería, negó que sus miembros en Salta estuvieran asociados con esas prácticas. “Nunca tuvimos que enviar información sobre nuestras familias, empresas o estados contables”, explicó. 

Contó luego que Kiwanis International les dio total libertad para desarrollar todas las actividades que planificaran o decidieran emprender y que, en general, se relacionaron al fomento cultural y obras altruistas. Sobre las baldosas y su relación con un circuito pedestre autoguiado confirmó que fue un proyecto financiado por Kiwanis en 1978. Con ellas unieron las iglesias de la ciudad en un recorrido destinado a turistas

Los tiempos analógicos de entonces sólo permitían vincular la referencia de cada baldosa con la información disponible o seleccionada mediante una cartilla o folleto impreso, aunque Del Pin no guarda ejemplar alguno. Pasó la posta de la indagación a la familia Miralpeix en Angastaco, ya que Adolfo Miralpeix fue el archivero. Por ahora, por azar una copia llegó a manos de Claudia Troncoso, geógrafa de la UBA e investigadora del Conicet. Fue ella quien compartió su inquietud en 2017 y posibles razones de la presencia silente de las baldosas en cerámica esmaltada en el entorno patrimonial de la ciudad de Salta.

Kiwanis financió el diseño y la elaboración de la tanda original de baldosas. En el relato de los entrevistados, aparecen muchos personajes de esa salteñidad. Jorge Vidal Casas, casi recién llegado de su Córdoba natal, es mencionado repetidamente como uno de los ideólogos del circuito pedestre, aunque ya no se puede confirmar la veracidad del recuerdo porque falleció en 2012. 

El arquitecto Antonio Pellegrini, padre de un reconocido plástico salteño, aparece en el relato de Guillermo Villagrán San Millán como quién vinculó a la autora de las piezas de cerámica con el Club Kiwanis. Especulando posibles, la idea de un viajero independiente, autoguiado, bien puede filtrarse en ese momento formativo de una política de turismo tal cual la transitamos hoy. En los setenta todavía la visión de “Salta, La Linda” mantenía vínculos con el viajero en automóvil por los Valles Calchaquíes o en la promoción turística en la cartografía del Automóvil Club Argentino (Flores Kralik, 2012). Seguramente, un cordobés como Vidal Casas no era ajeno a esas tendencias.

Las baldosas financiadas por Kiwanis International Salta corren riesgo de desaparecer, en parte por el desconocimiento de su pasado, y también por los procesos de digitalización que las alcanzan.

Trabajo de investigación realizado por Claudia Troncoso y Analía Brizuela Mangione.

 

 

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