PRÓLOGO

 

Este libro representa, en cierta medida, emprender nuevamente el regreso a un pasado del que nunca me fui y que me acompañó en cada uno de mis actos.

 

La trascendencia de los hombres solo tiene fundamento en la memoria. Nadie pasa desapercibido, a pesar de sus esfuerzos. Aquí están hombres, mujeres y lugares que formaron parte de un tiempo que no ha concluido.

Desde esa propia arcilla asumí un compromiso de vida para con esa memoria; solo allí se justifica una pasión desorbitada.

 

Alguien sumará lo que se a planteado en los libros de Historia de mi autoría a esta expresión sentimental; para darse cuenta de la pequeñez de mi esfuerzo y de porqué estoy cada vez más convencido que lo grande está en las pequeñas grandes cosas del pueblo.

 

Siempre seré un agradecido a Dios y a mis amigos por darme, en mi cobardía, la valentía para derramar un lágrima emocionada por lo que tanto quiero.

Que Memoria sea entonces el intento de homenaje para todos aquellos que en el respeto y la sabiduría de las cosas cotidianas van alimentando una conciencia social forjadora, en última instancia, de la base de la Cultura Nacional.

 

 

El Autor.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

MADRE
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Para mis hermanos

Félix y Néstor Julio

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Madre.

Hoy me levanté temprano

a mirar la calle vacía.

me di cuenta que el rosal estaba dormido

y que el paraíso derramaba lágrimas sobre la vieja        vereda.

 

Me dolió tu ausencia.

los silencios escondidos en mis ojos

gritaban constantemente esa lejanía.

Ojos cansados de mirar injusticias,

abrazados al paraíso, humedecidos;

volvieron a decir que me faltabas

y cómo cuando niño buscaba tus caricias.

 

Dime Madre, que hice para merecer tu partida,

porqué me quedé sin tus mimos.

Quien me robó los sueños de tu mirada

quien , Madre, quien.

 

Todavía siento calor de tus manos en mis mejillas,

cantos de palabras dulces en mis oídos.

Dolor de tus lágrimas sobre mi cabeza,

angustias de rezos en la noche.

El poema de tu sonrisa bendiciendo mis sueños.

 

En esta mañana memoriosa

el patio me abrazó con sus lamentos.

La morera se ha ido con sus hojas,

la abuela y la piedra moledora

han llenado de silencio las paredes.

Las vecinas en su vejez ya no sonríen

y cargan en sus huesos los dolores.

En ese patio me penetran las arrugas

con el mensaje de los tiempos transcurridos.

 

Creo, madre, que tu también miras la calle vacía.

 

Que también te duele las lágrimas del paraíso,

que mi ausencia lastima tu cuerpo delgado.

Permíteme Madre te confiese;

Te Quiero y necesito tanto

que el único consuelo que tengo,

es que lentamente voy hacia ti.

Caminando esa calle vacía. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

           

 

 

 

SUEÑOS
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Para mis sobrinos

Néstor Daniel- Victor Hugo-

Rosana Elisa- Sarita y Pablo Nicolás.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A veces,

escondido en un rincón

me pregunto donde están los sueños

La Patria Liberada.

La Alborada.

 

Me dijeron que la sangre derramada

no sería negociada.

Hoy me doy cuenta,

me dejaron sin mañana

mirando, sin mirar nada.

 

Lentamente, en la madrugada,

recojo la antorcha, abandonada.

Cabizbajo, dolorido,

nunca arrepentido.

Sigo amando los sueños idos.

 

Al mirar tus pies descalzos,

tu barriga aún hinchada,

la mirada llena de esperanzas.

Sé que los sueños añorados

han sido en ti depositados.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VILLA CRISTINA
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Para Julia Matus, Felisa Cancino, Berta Gonzalez

Rosario Ovejero, Blanca Bautista, Josefa Martínez, Alicia

Lesser, Inés Bejarano, Rosa Guanca, María Díaz, Ciona

Ramos, Ester Rodríguez.

 

 

 

 

 

Yo he nacido en una villa

Donde había charcos con sapos.

Donde la pobreza andaba

Del brazo de la changada.

 

Las tardes venían lentas

Y la pelota de trapo,

Hacia que don Colmena

Renegara y meta palos.

 

Villa Cristina,

Cuna de los poetas.

Donde vive el Coya Chupo

Y donde habita el Flaco Tito.

 

Hoy necesito recordarte

Con tus sauces llorones besando la tierra.

Con acequias cantarinas y voces en los baldíos,

Con bollos impregnando el aire,

Adobando sueños de manos pobres.

 

Catán embriagó la luna

Entre el ataco y la pichana,

Y en la chirlera de Josito

Benjamín tuvo su cuna .

 

Como olvidar tus calles enripiadas

Que alimentaron el genio del Barba Castilla,

Bella doncella, de historia sencilla y profunda

Tus venas, llenas de sangre comparsera,

Hicieron que Ramón Burgos rescatara un recuerdo salteño.

Que el pecho i`lata se transformara en tumbadora.

Y que el Hugo Alarcón convirtiera a Salta en una guitarra.

 

La pucha que has cambiado villa mía.

Ya no eres la niña que Perdiguero

Sacó a pasear por el País en un Mateo.

Formas parte de una patria diferente

A la soñada por Antonio, Díaz

Sin embargo,

La memoria me dijo que hoy vendrías

Calce la guata , llené los bolsillos de figuritas

Con un lambio i`vaca me senté en el tronco de la vereda.

Y pude mirarte.

Te cruzaban chicos en salvadera

Te acompañaban sones de baleros ,

Un coro de piza pizuela volvió a embriagarte en serenatas

 

Me cobije en tu corazón adoquinero y te grite ; Villa Cristina , cuna de los poetas ,

De manera diferente

Eres tan bella como antes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LA NOCHE
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Para Guillermo Lizárraga – Mirian Pinto- Ernesto Zamarreño- Gerardo Choque – Carlos Díaz – Hugo Reyes – Luis Herrera- José Erazo – Pablo Aramayo – Pelusa Basan – Ramón Corregidor – Jorge Crespo – Matilde Aramayo – Rubén Porto Carrero – Sergio López – Mirta Pinto. 

 

 

 

                                                                          

 

 

 

 

 

 

 

 

El trapo sucio tapa su boca,

Alambre frío en brazos y piernas.

Entre el sudor y el espanto

Se abraza a ti, desconocida,

Para reencontrarse con los suyos.

 

Allí, en el placard,

Amordazado en lo más íntimo,

 desgrana su oración.

Lentamente. Figurando cada frase,

En esa oscuridad,

A la que se suma la noche,

Comienza a ganarle

El calor de su conciencia.

 

Temblando por fuera. Repasa sus actos;

Cuando el puño estalló en su rostro

Ya no estaba allí,

Se había internado en el laberinto

De tus faldas.

Gritando y gimiendo. Con miedo.

Abrazando su memoria, regresó

 

La claridad del día era más fuerte que sus ojos.

Miró su cuerpo amoratado,

Había vencido.

Todavía no sabe si la noche

Fue su amiga o enemiga.

 

 

 

 

 

CANAL DE LA ESTECO
CANAL DE LA ESTECO
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Para Humito Lesser – Sergio Ramos – Carlos Guanca – Jorge Bejarano – Héctor Sánchez – Carlos Reyes – Alberto Díaz – Florencio Corimayo – Nico Sánchez – Adolfo Martinez – Luis Chalup – Sergio Díaz – Chino Gómez – Hugo de Luca – Pipale Soto.

 

 

 

 

 

 

 


Cuando éramos niños

Y teníamos embolsados los sueños

En un paquete de figuritas,

El Canal de la Esteco

Con sus aguas chocolate,

Era el mar final

Donde iban a parar

Nuestros barquitos de papel.

 

Tiempos de calle i’ tierra,

De aguas acarriadas.

Gallinas engordadas con ataco de la orilla

Poetas ambulantes, con versos incipientes.

Escondidas, tabas y mateadas,

Charqui, mazamorra y anchi bien caliente.

 

En días de primeros habitantes,

De ranchos fantasmales y esparcidos,

Eras en el Paso del Carrillo

La figura más galante.

 

Las mujeres de la Villa

Bien peinadas y elegantes

Los Domingos a la tarde,

A la hora del crepúsculo,

Depositaban su esperanza al pie de tu alameda.

 

Pa’ cruzarte un puente i’ riel.

Los días de la vida para amarte.

Canal, querido amigo,

Devuélveme el mensaje de jazmines

Mis lágrimas, que tus aguas se llevaron.

Yo por mi parte si pudiera

Te traería el nido de urpilita

Que una tarde te quité con mi gomera.

 

Si una noche solitaria del invierno

Ves pasar los fantasmas queridos de la gente

Haciendo extraños equilibrios,

Sin darse cuenta que hay nuevos puentes,

Lloraremos juntos a tu cauce humedecido

Al sabernos todos diferentes.

 

El otro día,

Engalanado, lleno de agua.

¿Te acordás hermano

de aquel canto chiquilín?

“...Antolín, Antolín,

sacate la bota, ponete el botín...”

si hasta de puro emocionado

rebalsaste nuevamente

dejándome mojada el alma de purrete.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EL CIRCO
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Para Adolfo Pérez Esquivel – Soledad Silveyra –Víctor Laplacce – Chango Farias Gómez- Jaime de Nevares.

 

 

 

 

 

 

En la carpa,

La función es permanente.

El público sabe

Que está para mirar.

Solo actúan los artistas.

 

Los payasos declaran

Representar al pueblo.

No están para divertir, al contrario,

Hacen llorar de risa

A los necesitados.

 

Los trapecistas, más aplaudidos,

Nunca caen de las alturas.

Dan vueltas en el aire, esquivando sus conciencias,

Parecen pájaros.

Con o sin red, rara vez muere uno.

 

Las fieras

Gruñen, de hambre.

Un bocado solamente;

sería insolente,

Les enseñaron a respetar al domador.

 

Así, entre monos estudiosos,

Gorilas del futuro.

Saltimbanquis aspirantes,

Trapecistas de la ley;

Continúa la función.

En las graderías, ganadas por las sombras,

Crece el tenor de los lamentos,

Trocados en hipócritas sonrisas

Con luces de televisión.

 

Nadie sal de la carpa,

Dice el anunciador.

La alegría está prohibida,

Mañana habrá reelección.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

JUEGOS
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Para Félix Soto- Carlos   Bautistas – Rubén Barbita –

Sergio López – Santos Collar- Carlos Guantay- Miguel Martínez- Cununo Gómez –Hugo Lesser – Marcos Guanca – Segundo López – Claudio Guanca – David Gómez –Héctor Guanca –Luis Taboada –Meco Espinoza – Manuel Torrejón – Luis Orce – Elsa, Nora y Blanca Lesser – Olga , Dora, Rosa Y Hortensia Martínez – Rosa y Maria Elena Bejarano – Carmen Díaz – Maria e Isabel Ramos – Magdalena y Juan Gómez – Marta Reyes – Delfina, Adelina e Inés Collar – Berta y Juan López – Zulema, Ana, Elvira y Margot Ledesma

 

 

 

 

Entrar al barrio

en noches de abril,

era penetrar

a una salamanca infantil.

 

Ocupando la vereda

saltarinas las siluetas

de chinitas canillas chuecas

en el juego de la Rayuela.

 

Abuelas hacendosas

a esta hora descansaban

mientras tanto las mocosas

jugaban al Tilín Campana.

 

Ni que los hubiera agarrao una patota

a los changos más grandotes,

después de jugar toda la noche

al bendito Hoyo i’ pelota .

 

Velocidad esquives,

gritos destemplados.

Corriendo en montonera

los chicos jugaban a la Salvadera

 

Los más guaguas, inocentes,

Ponían su cuota de ilusión.

Bajo la mirada de la mama

Hacían el Martín Pescador

 

No faltaban atorrantes

Que jugaban al cowboy

“morite o te mato”

gritaba en la noche,

“camén” decía el ator, en un inglés

de los de antes.

 

Sentado en el pescante

aparecía por la esquina,

con las farolas encendidas,

la figura mágica y querida.

Era el mateo un amigazo

hasta que alguien gritaba ¡culatra!

y empezaba a los latigazos

 

Cuando el tata los llamaba,

uno a uno desfilaban.

Al descanso obligado,

mañana sería un día agitado.

Poco a poco, todo en silencio quedaba,

por ahí uno se quejaba, que el duende los destapaba.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

PEDIDO 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Para Patricia Isabel

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Espérame en el huerto

       de los sueños.

Abrázame contra el espanto

       de los genocidas.

Búscame en el silencio

      de los sembradores.

Transítame con tus manos

       llagadas de tiempo.

Bésame con el más dulce

      de los besos sedientos

 

Espérame,

            abrázame,

                    búscame.

Transítame mujer. Bésame

 

Entre sueños, genocidas,

sembradores y sedientos.

Al fin y al cabo somos dos;

ya podemos forjar un Hombre Nuevo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

REGRESO
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Para Carlos Gutierrez – Luisa Torres – Mauricio Chocobar- Mabel Martínez – Juan Mealla – Clarita Arias – Sarita Sardina – Ramón Cala – Juan Torena – Honoria Brites – Carlos López – Norma Aguirre – Ricardo López – Jorge Guaymás – Dora Liendro – Luis Pereyra – Marina Palma – Isabel Vera – Abel Casimiro – Alfredo Ríos – Isabel Valdivieso – Marta Chocobar – Cajal

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Al territorio ancestral de las Chartas

retorné desde el silencio.

En tardes apacibles de verano

Para envolverme en el verde de la plaza

 

Sentiré tu mano

En mi rostro curtido de fatigas.

Los sueños,

Viejos compañeros,

Contemplarán sonrientes

El reencuentro con antiguos anhelos.

 

Nadie me verá

Caminar silencioso entre la hierba.

Me dolerá

El llanto de un pequeño.

Conmovido

Por la pareja enamorada,

Tal vez no escuche mi nombre,

Sin embargo,

Seré parte de todos.

Antes de regresar a mi morada,

Cantaré con la brisa

La misma canción esperanzada.

 

Gritaré,

Hasta convencer a los fantasmas, que regresé.

Que nunca habrá sepulcros duraderos,

Tampoco honores,

Para un corazón sangrante de dolores.

 

Aunque no lo creas.

El beso que tiraste hacia la fuente,

Se ha posado en mi frente, dulcemente.

Que después de jornada tan hermosa,

Y al retornar sobre mis pasos, se a transformado en mariposa.

 

 

 

 

 

 

DESTINO
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


             

                      

                 PARA TÍA AUDELA

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Recorro tu cuerpo lentamente

Como abrazo las dumas en verano.

Me detengo, pequeños momentos,

En el enamorado oasis de tus ojos.

 

Me pregunto,

En el serpenteante camino,

Porqué nos amamos mansamente

Si la vida nos traza diferentes.

 

De golpe.Nos detiene una vertiente,

Caudalosa de lágrimas formada.

La cruzamos en mágica barcaola

Imaginaria. Concientes

De que al amanecer despertaremos

En la misma costa abrazados

 

Así,

Día a día,

A pesar de las distancias,

Nos amamos, en puertos divergentes,

Lanzados al mar de la locura .

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

JOSITO
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Para todos los comparseros de Salta,

En especial para Roberto Leonardo Choque y

José Choque

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En la vieja calle corriente,

Cerca del canal,

Entre gallos y mateos

Se enamoró del carnaval.

 

Padre comparsero

Hermano guitarrero.

Lo convirtieron en Shulca

Un lejano mes de febrero.

 

Josito, Josito,

Gritaban las viejas.

Traé el primer premio

Asi armamos la fiesta.

 

En el corazón de la vila

Retumba una caja chirlera,

Está tirando la línea

El Cacique Josito Herrera.

 

Sea Amistoso o Rabioso

El encuentro de comparsas,

Los delanteros están formados.

Saltan brujos, diablos y zorros.

En infernal batahola

Se hallan todos trenzados.

 

Orgullosa, sacando pecho

Avanza la procesión popular.

Entre pitos y tumbadoras

Al corso se ván

 

Villa Cristina es ganadora

Los diarios dirán,

La tradición así lo impone

Allí ha nacido el carnaval.

 

Cacique de los cacique

Con ojos niños te quiero mirara

Marchando majestuoso

Junto a Pedro Alfonso Guantay.

 

La carretela está en el suelo

Vamos todos a danzar.

Desde la Ciona Ramos

La comparsa va cantando,

Espejuelos al sol brillando,

Han salido a chirolear.

 

Comparsa, comparsita

No me vayas a dejar,

Formas parte de mi vida

Contigo quiero marchar.

 

Que la muerte te lleve un día

Nadie lo podrá impedir

Pero en la villa gloriosa,

Cacique inmortal,

Nadie te podrá olvidar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

MAÑANA
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


                 

 

               Para Claudia y Daniela

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Será mañana,

Una espantosa mañana,

Cuando nuestras manos

No puedan juntarse.

 

Te darás cuenta entonces

Que la vida no es cuestión de edades

Sino de trascendencias.

De pequeñas grandes cosas concretadas.

 

Que las sonrisas esbozadas,

Los llantos derramados,

Los sueños compartidos

Han borrado las distancias.

 

Atrás quedarán

Las dolorosas inseguridades

Y en los ojos de nuestra hija

Resumidos los amores.

 

En esa mañana

De manos separadas,

Estaremos juntos

En las estrofas de la vida.

 

Muchacha dulce.

De labios embriagados,

De murmullo enamorado.

Recógeme nuevamente

En el día que amanece.

 

 

 

 

 

 

EL CANILLA
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Para Victorino, Hugo y Enrique César Ramos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En la madrugadas

Con su gorra amiga.

En la esquina,

Gritando nuestras miserias,

El canilla.

 

Injusticia

De trabajo niño.

Riqueza

Con panza vacía.

Futuro

Sin alcancía .

Zapatos rotos

Vistiendo tu melancolía.

Todos los días.

 

Ir y venir

Hacia ningún lado.

 

Hermano,

Sós un pájaro hermoso.

 

Préstame tus alas

Para abrir ventanas.

Silbar en las mañanas,

Irme despacio

Por una calle larga.

Para encontrarme conmigo mismo.

 

Que lindo sería

Que mañana

Despertara distinto.

Vocear a los cuatro vientos

Que volvieron los sentimientos,

Que la guerra perdió la guerra

La Paz es bandera en la tierra.

La nueva moneda será la sonrisa

Desterrada la tristeza.

Ese día querido canilla,

Cantando hermanados,

En esa, tu esquina sencilla

Te daremos todos, un abrazo emocionado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

SOLEDAD 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


       

      

 

 

 

 

                  Para Gerardo Lesser

                 y Daniel Cenardo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Me siento solo.

Miles de años sobre la espalda.

Lamentos de socavones

Recorriendo las entrañas

 

Caminar arrastrando

Las penas del silencio.

Como un sauce,

Encorvado por culpa ajenas.

Sin tiempo acaso

De mirar, en la noche,

El encanecido rostro del invierno.

 

El dolor de los tiempos

Se acumula en la epidermis.

Grito gutural de la miseria

Sacudiendo paredes en los templos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

contradicción
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


PARA HUGO ALARCÓN

Y BENJAMÍN TORO

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Que será de los poetas

Sin la noche.

 

Con esa oscuridad transparente

Para esbozar los sueños,

De cosas simples, que siempre estuvieron

Pero que no ven sin los ojos de la noche

 

La capucha, ese día,

Creó una noche.

Entre gemidos

El poeta comenzó a morir,

De libertad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LA SOMBRA
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


PARA FERNANDO Y

MARTÍN MIGUEL

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Caminos

Llevan al hombre

Buscando su sombra.

Por testigo, la noche

Escondida en la oscuridad.

 

Para que negarte,

Somos la misma cosa.

Engendro milenario

Prestadora de memoria.

 

Caminar los sueños idos

Abrazar la imagen del destino,

Cantar sobre fantasmas,

Pisar baldosas caminadas.

No encontrar en lo que rodea ningún sentido.

 

Los hombres, pequeñitos,

Estarán lejos de mis manos.

Me daré cuenta entonces

Que cercana estuvo mi sombra

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CUARTO 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


PARA MARÍA ÉLIDA

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pequeños laberintos

Encendido en la noche,

Cobijando en tus entrañas

Soledad desesperada.

 

El camino hacia ti

Es largo y verde.

Sin embargo te vivo mustio,

Triste y silencioso.

En ti deposité lágrimas

Que germinaron cauces en mi rostro,

Escuchaste mis plegarias

Y albergaste mis sollozos .

 

Cuando te mire en el recuerdo

Parirás mis hijos

Engendrados en el lecho

De mis días sin amores

 

Amigo, confidente.

Con la luna nueva

Vengo a devolverte

Un abrazo emocionado.

Hoy,

Que deletreo una sonrisa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Miguel Angel Cáseres es profesor de historia y protagonista de la historia de Salta, esa que escriben en Villa Cristins, en Chartas o en cualquier otro barrio humilde de nuestra provincia.

¡Cuántas veces lo he visto transpirar  por la Biblioteca Juan Carlos Dávalos! Poner bloques, lograr reuniones imposibles, trabajar hasta el amanecer. Levantar el colegio Secundario Juan Calchaquí. Luchar por el Atlético Pellegrini. Y también poner en el mástil de los represores a la bandera de la vida.

    Y ahora, en estos poemas lo veo salir de la villa, con el cacique Josito Herrera, y transitar por el Canal de la Esteco con el Canilla y regresar a la infancia y su rayuela y su tilín campana. Lo siento expresar su deszón por la promesa de los políticos del circo, que hacen equilibrio sobre la soga que cad vez nos ciñe más el cuello.

Por supuesto, que los poemas de Miguel Angel Caseres son un testimonio, a veces directo, de la historia anónima. Son la Memoria de quien pone el hombro por un mundo mejor.Como si al sueño lo atravesáramos lleno de tumbadoras, y cuando se apaga el último foco, uno se abraza para siemprecon nuestros seres desaparecidos. Como si uno latiera en el corazón con que el diablo de la comparsa hace cantar a los niños. Esos mismos que han pasado el canal, y con algunas canas,leen ahora los versos del LOLO de villa Cristina.

 

“En el corazón de la villa

retumba una caja chirlera,

está tirando la línea

el cacique Josito Herrera”.

 

Y es la línea que dejan palabra y acción de MIGUEL ANGEL CÁSERES.

Habrá que seguirla.

 

Jesús Ramón Vera

Salta, 10 de mayo de 1993