Historia de Salta

Cementerios de la ciudad de Salta

 

Reseña Global:

Los cementerios existen desde hace mucho, baste recordar los llamados “columbarios” romanos (por el parecido a los palomares) que eran edificios con numerosas hornacinas para depositar vasijas con cenizas de los difuntos ya que los romanos preferían la cremación de los cadáveres (lo cual suponía un problema de medio ambiente no sólo por los humos funerarios sino porque hacía falta mucha madera como combustible y de hecho en la edad media se recuperaron los bosques porque se cambió a la moda del enterramiento):

El  cementerio más antiguo del mundo: Posiblemente, sea “La Cueva de Taforalt”, en Marruecos, con tumbas de hace 15.100 a 14.000 años.
El cementerio más antiguo de Argentina: Es el  Cementerio de la Recoleta,  construido en 1822 por el ingeniero francés Próspero Catelin y además, el primer cementerio público argentino. Hasta 1867, fue el único cementerio de la ciudad.
El cementerio más importante de Argentina: Es el de La Chacarita y uno de los más grandes del mundo,  cuenta con 95 hectáreas.
Los cementerios son parte del patrimonio tangible e intangible de una sociedad, reflejan a través de la arquitectura y el arte funerario, la historia de la ciudad, de sus instituciones, los hábitos y costumbres de una época. 
Seguidamente, se describirá lo que sucedió en nuestra Salta desde la Colonia hasta nuestros días.

EN SALTA

Durante la Salta colonial, primera mitad del siglo XVIII, los lugares de entierro integraban estas ciudades, estaban contenidos en sus muros, formaban parte del lugar sagrado. Templo y patio componían el enterratorio. En el interior de los templos se enterraba desde el presbiterio hasta el coro, el exterior era sólo un patio rectangular, con un muro, que generalmente era uno del templo, en tanto los otros muros fueron galerías que corrían a lo largo del patio de la iglesia y que se coronaban como osarios. Todo era la Iglesia.

Es decir,  reconocemos que los lugares dedicados a los entierros están contenidos en los límites del habitar de la ciudad. Los muertos compartían su estar, sus espacios, con los vivos o debemos decir los vivos compartían su vida con los cadáveres. El piso de los templos servían de apoyo a los asistentes durante los servicios religiosos y también, de morada final para los restos de sus ancestros.

Para una sociedad estamental de antiguo régimen podríamos suponer, que a cada sector social le correspondería un espacio de entierro, sin embargo, los registros de entierros de la Iglesia Matriz nos permiten acercarnos a la constitución de lugares de entierro que muestran, en forma indiciaria, la complejidad del entramado de una sociedad estamental, pero mestiza.

Hacia 1730, los habitantes de la ciudad a los que se denominó naturales fueron enterrados casi exclusivamente en la Iglesia Matriz y su cementerio: la mayor parte de los indios y negros recibieron sepultura en el patio adyacente al templo, luego de una ceremonia de entierro menor. Mientras que otros fueron enterrados en el templo de la Iglesia Matriz, con las pompas de un entierro mayor, Isabel Elisea Zacca (2005)

Cementerio Escuela Zorrilla: El profesor Risso Patrón, en 2004, presentó ante la justicia salteña un recurso de amparo para que no se demoliera un tesoro: la Escuela de cuatro patios claustrales Benjamín Zorrilla, antiguo convento de los Mercedarios, Colegio San José, sede del Colegio Nacional fundado por Bartolomé Mitre y que tenía en sus fondos el único retazo del cementerio colonial de Salta (allí estaba Tomás Cabrera, el más ilustre pintor salteño de la colonia) que, al no tener construcciones en superficie y por ser propiedad del Ministerio de Educación salteño era apto para la exploración arqueológica. La justicia salteña rechazó el amparo, la escuela se demolió y, como conclusión, se construyó sobre el antiguo cementerio colonial de la ciudad, en donde están enterrados los patriotas de las guerras de la independencia

Iglesia La Viña: Este templo sirvió de refugio durante la guerra civil salteña en 1860; fue hospital cuando se desató la epidemia de cólera en el año 1886; a la fecha conserva el catastro Nº 1 de la ciudad de Salta. En el sitio existió una ermita del Señor de Nazareno y un cementerio de los españoles.

CEMENTERIO DE LA SANTA CRUZ:

Los cementerios son parte del patrimonio tangible e intangible de una sociedad, reflejan a través de la arquitectura y el arte funerario, la historia de la ciudad, de sus instituciones y los hábitos y costumbres de una época.
          Recorrerlos e interpretarlos nos ayuda a entender nuestro pasado, a jerarquizar y resignificar la mirada sobre estos espacios y contribuye al proceso de fortalecimiento de una identidad colectiva.

Historia

En 1787, Carlos III a través de una Real Cédula ordenó dejar sin efecto, en España y sus colonias, las áreas de enterramiento localizadas en iglesias y conventos, trasladándose fuera del ámbito urbano, disposición que  se dilató en Salta hasta mediados del siglo XIX, tanto por limitaciones presupuestarias como por resistencias de los feligreses para ser enterrados fuera del ámbito de los templos.

En octubre de 1856, durante el gobierno de Dionisio Puch, se anunció la solemne bendición del panteón con el nombre “Cementerio Cristiano” o “Cementerio Cristiano de la Cruz”, levantado en las lejanías de la ciudad de Salta, siendo el más antiguo, donde las familias pudientes de la antigua urbe compraban los terrenos a perpetuidad, como una propiedad de residencia más, en donde esta vez, descansarían para siempre.

Sus planos fueron realizados por el arquitecto e ingeniero Felipe Bertrés, (entrada y capilla), concebido como una verdadera ciudad, con calles, cuadras, plazas y diferentes construcciones.

La Capilla del Panteón fue habilitada al público en 1869; construida por Noé Macchi y el altar de la misma estuvo a cargo del Sr. Emilio Cattaneo. Desde 1965 lleva el nombre con el que se lo conoce hasta nuestros días: “Cementerio de la Santa Cruz”.

Nada en la arquitectura antigua estaba porque si, todo tenía un significado, más aún, estando dentro de un camposanto. Llamado así, por la religión católica porque era un lugar destinado para enterrar a los muertos solo a los de dicha fe, aunque  aquellos a los cuales consideraban puros también tenían permiso de ser enterrados en ese camposanto.

ARQUITECTURA

FACHADA

   

La entrada original del Cementerio fue modificada en 1925 con un proyecto del Ingeniero Fernando Solá Torino junto con los constructores Arturo Prinzzio y Francisco Boidi.
Este pórtico, imponente y despojado, exhibe como único símbolo, una pequeña cruz colocada sobre el monumento. Sin embargo, lo que quizás más llama la atención, son las inmensas columnas toscanas que en realidad no sostienen nada, simplemente adornan el frente, aunque hay quienes dicen que las mismas sostienen nada más y nada menos que el cielo.     

Nichos

Perpendicular al ingreso principal y sobre las paredes este y oeste se encuentran los enterratorios en nichos, organizados en galerías techadas.

Los nichos resultaron, desde fines del siglo XIX, una opción arquitectónica diferente a los mausoleos que permitían optimizar el espacio y asegurar por un tiempo prolongado, a perpetuidad, la permanencia del difunto en ese lugar.
En algunos de ellos se destacan detalles del arte cementerial relacionados al mármol y bronce en las lápidas, madera tallada y vidrios trabajados en las puertas.

Es posible observar una combinación, muchas veces abarrotada, de objetos propios del arte funerario (cruces, vírgenes, ángeles) con expresiones de afecto, memoria y familiaridad con los difuntos, como fotos, cartas, camisetas de equipos de fútbol, bebidas, juguetes y flores.

Galerías con mausoleos

Este pasaje que muestra una sucesión de mausoleos con galerías abovedadas, conforma en su repetición una verdadera calle con recovas embellecidas en estilo neoclásico pero a su vez cada una diferenciada en su composición ornamental. Construcciones que se erigieron a fines del siglo XIX y principios del siglo XX. Este pasillo nos recuerda viejos apellidos desaparecidos y otros que cobraron relevancia con el tiempo por distintas razones.

En el interior de las recovas se observan una variedad de pisos calcáreos decorados, algunos con guardas, otros representando figuras geométricas o tipo damero. En la parte superior se vislumbran cruces de distintos estilos y materiales como hierro trabajado, piedra y cemento. Es de destacar el valor arquitectónico – compositivo de conjunto, y no solo individual que toma este sector.

Calle Principal

En el sector más antiguo del cementerio se ubican los mausoleos de familias tradicionales del siglo XIX. Realizados con materiales de la zona y edificados por los grandes maestros de la época, podemos observar la existencia de construcciones funerarias de gran riqueza arquitectónica. La mayoría tienen ornamentación aplicada sobre los frentes, puertas de herrería artística, placas conmemorativas y la inscripción de los datos familiares.

La decoración es variada: columnas, capiteles, frisos en bajo relieve, cadenas, molduras y estructuras exteriores, que representan ángeles, cruces y copones. Otro tipo de bóvedas son las que repiten la escala y disposición de frentes de vivienda urbanos, con sus puertas, ventanas y galerías. Algunos mausoleos muestran motivos religiosos en finos vitrales.

Personalidades enterradas

GENERAL DON DIONISIO PUCH

Fue gobernador de la Ciudad de Salta, destacado guerrero de nuestra independencia y hermano de Carmen Puch de Güemes, esposa del Gral. Martin Miguel de Güemes.

El sepulcro fue construido en 1884. Se destaca un pedestal rematado con una urna con manto y flama. La misma haría referencia a “iluminar el sendero hacia el paraíso”. El manto sobre la urna podría representar una expresión de pena o duelo.

El conjunto se complementa con distintos símbolos a cada lado: Antiguo Escudo Nacional, Escudo de Salta, y cruz con corona y querubín. Los querubines representados como cabezas aladas serían emblemas de la sabiduría divina.

MAUSOLEO DEL GENERAL MARTÍN MIGUEL DE GÜEMES

Sus restos descansaron allí por  41 años, antes de ser trasladado en el año 1918 al Panteón de las Glorias del Norte, en la Catedral Basílica de Salta. Dicho monumento fue construido en 1876 por Doña Adela Güemes de Güemes, sobrina e hija política del General.

Güemes se destacó por ser un gran estratega y excelente líder al organizar un verdadero ejército popular, junto al cual luchó y defendió muchas ciudades del norte argentino de los ataques realistas. En 1815 fue gobernador de Salta y se lo declaró Héroe de la Nación Argentina en 2006.

En su arquitectura, se observa que es un monumento de estilo neogótico. El mausoleo es una estructura de base cuadrangular, que posee una cripta subterránea. La cubierta se halla coronada con cuatro pináculos, uno en cada vértice, rematando con la torre que se presenta como un grandioso pináculo y sobre ésta se sitúa una cruz de hierro. La puerta de acceso está coronada con un arco trilobulado. En las caras laterales se destacan arcos ciegos que simulan puertas con rejas. En la estructura se hallan adosadas doce columnas, con capiteles corintios y fustes con detalles ornamentales. Sobre la base, cuatro notables pináculos flanquean el monumento. Este mausoleo tiene una pequeña capilla gótica y se halla circunscrito por una verja de hierro forjado, la que fue incluida posteriormente.

MAUSULEO BRIGADIER GRAL. RUDECINDO ALVARADO

 

Destacado  patriota en la lucha por la independencia de nuestro país. Formó parte del Ejército del Norte de Los Andes librando numerosas batallas bajo las órdenes de los generales Manuel Belgrano y José de San Martin.

El panteón donde descansaron sus restos antes de ser trasladados al Panteón de las Glorias del Norte en la Catedral Basílica de Salta, es una obra arquitectónica de gran belleza. Posee una base cuadrangular, que volumétricamente se jerarquiza por dos cuerpos que decrecen de tamaño hacia arriba.

De composición ecléctica, se destacan los muros de gruesos espesores con arcos ojivales. El friso y todo el conjunto están decorados con motivos vegetales, hojas de acanto, coronas de flores, clepsidras aladas, vasos y querubines en relieve. Cuatro columnas truncas, con vasos, custodian las esquinas del monumento, las cuales se han perdido actualmente. La obra culmina con un pináculo y una cruz de hierro forjado.

MONUMENTO EN HOMENAJE A LOS CAÍDOS EN LA DEFENSA DE SALTA EN 1867

El 10 de Octubre de 1867 se produce la invasión de las tropas del Gral. Felipe Varela. El principal objetivo del caudillo catamarqueño era invadir la provincia de Salta y ocupar la ciudad para continuar con su política de enfrentamiento al gobierno nacional. Las fuerzas salteñas defendieron la ciudad logrando la retirada del Gral. Varela y sus tropas.

Es un monumento aislado, de base cuadrangular con recuadros e inscripciones en placas de mármol decoradas en relieve pequeños frontis en cada lado que sostiene un emblemático obelisco rematado con un circulo metálico que inscribe una estrella de ocho puntas.

El obelisco simbolizaría la unión del cielo con la tierra. Los dos círculos entrelazados (Vesica Piscis) podrían representar el útero o matriz del universo.

Los símbolos funerarios usados en las construcciones se disponen como elementos decorativos.

Símbolos que se encuentran a lo largo del recorrido y su posible interpretación dentro del contexto funerario:

Arte sacro y simbología

  • CRUZ – Símbolo emblemático del cristianismo.

  • ANGELES O QUERUBINES – Guías de las almas o guardianes de la tumba.

  • AGUA – Purificación.

  • PILASTRAS O COLUMNAS – Impulso de ascendencia.

  • COLUMNA TRUNCA – La vida interrumpida.

  • CORONA DE LOS LAURELES – La gloria, la victoria.

  • LIRIOS – Pureza e inocencia.

  • CLEPSIDRA ALADA – Símbolo del tiempo que pasa y la elevación espiritual.

  • FIGURA FEMENINA DOLIENTE O PLEURANTE – Arquetipo despersonalizado del deudo.

  • CÍRCULO – Símbolo de la divinidad misma, evoca la perfección.

 

  • OUROBOROS O SERPIENTE QUE SE MUERDE LA COLA – Circularidad del tiempo y continuidad de la vida.

  • ANTORCHA INVERTIDA – La muerte.

  • FIGURA ALADA CON ANTORCHA INVERTIDA – Tanatos, dios de muerte.

  • CRISMÓN O LÁBARO – Protección de Cristo, buen presagio.

    • ANCLA – Símbolo de esperanza.

    RITOS Y FE
    En todos los cementerios del mundo existen tumbas que, por la particular historia que rodea la muerte del difunto, despiertan la devoción popular.
    El 2 de noviembre, día de los Fieles Difuntos, la gente acude al cementerio a orar por sus familiares que han finalizado su vida terrena. Además, en este día especial, hombres y mujeres piadosos rezan por todas las almas del cementerio. Se colocan ofrendas florales y velas alrededor de dos sencillas cruces de madera colocadas para tal fin.

    En el Cementerio de la Santa Cruz, Pedrito Sangüeso, un niño que el 19 de mayo de 1963 murió asesinado, recibe numerosas visitas y regalos. Principalmente estudiantes acuden a pedir por sus exámenes o para agradecer el favor que ya les fue otorgado. En su tumba se pueden observar pequeñas placas de agradecimiento, juguetes, delantales y numerosos pedidos que esperan ser atendidos por el alma de Pedrito.

    Otra historia que convoca a numerosos fieles es la de Juana Figueroa. Se la recuerda en su cenotafio erigido en el lugar donde encontró una trágica muerte, en manos de su esposo Isidoro Heredia el 21 de marzo de 1903, a dos cuadras del Cementerio de la Santa Cruz. Se le atribuyen poderes para curar enfermedades, encontrar trabajo, entre otros. Los devotos, llevan flores, prenden velas y colocan placas de agradecimiento por los favores concedidos. Su popularidad es tan grande, que reconocidos artistas crearon una zamba y un poema en su honor.-

    CURIOSIDADES

    Ciprés: Un detalle característico del Cementerio de la Santa Cruz es el ciprés, que se observa tanto en el frente como en los distintos sectores del interior del mismo. Este árbol adquiere diversos significados en la botánica funeraria. Su recta verticalidad, guía las miradas para elevarlas al cielo y a la luz; el color verde oscuro perenne, se presenta como emblema de inmortalidad; su longevidad, representa la duración y la eternidad, su suave fragancia templa el espíritu. Sus hojas y frutos tienen propiedades antisépticas que también se adecuan a la simbología de las plantas funerarias. Celestino Barallat y Falguera.

    Otros cementerios en la ciudad:

    Cementerio de San Antonio de Padua

    El Cementerio San Antonio de Padua es público, se encuentra  ubicado en la zona este de la ciudad de Salta, fue inaugurado el 18 de Marzo de 1976. La mencionada Necrópolis se encuentra realizando inhumaciones en parcelas, lotes, fosas y nichos.

    Cementerio Parque Nuestra Señora de la Paz


    Es privado, se encuentra emplazado en la Ruta 51, km 2 de la ciudad de Salta.

    Cementerio Parque Santa Teresita

    Pertenece al Grupo Pieve, emplazado en Av. Ex Combatientes de Malvinas Nº: 8.801. Inaugurado desde hace más de trece años, cuenta con un jardín de 5 hectáreas con un marco natural atractivo y con una capilla multiculto.

    Enterratorios modernos

    CINERARIO


    Ubicado en la Iglesia Nuestra Señora de la Candelaria de la Viña. Es el primero de la provincia construido en un ámbito parroquial. Tras el crecimiento del hábito de cremación en Salta, como respuesta a la comunidad religiosa se decidió la construcción de este espacio en terreno de la Iglesia, con fondos parroquiales.

    Un cinerario es una moderna construcción en la que están dispuestos una serie de casilleros o columnas de mármol, para colocar las urnas con los restos cremados de las personas. Si bien se construyó en un predio católico, el lugar está pensado para albergar a personas de distintos credos como judíos, musulmanes o ateos.

    El diseño fue elaborado por la Dirección de Preservación de Patrimonio Arquitectónico y Urbano de Salta, cuyo equipo profesional logró conjugar las características de un Monumento Histórico Nacional, con un espacio religioso – espiritual de modernas características.

    La ceremonia inaugural contó con la presencia y bendición del arzobispo de Salta, Mario Cargnello, y del párroco de la Viña, Francisco Núñez, quien expresó que esta acción se realizó en consenso con la comunidad de fieles.

    La parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria de la Viña fue bendecida el 25 de marzo de 1886 y consagrada el 10 de julio de 1904. Durante la segunda mitad del siglo XVIII un vecino, Manuel Martínez, la agrandó y ornamentó adecuadamente, pero quedó en ruinas. La construcción del nuevo templo se realizó a través de donaciones que llegaban desde Perú y Bolivia. En 1884 la antigua iglesia colonial fue reemplazada por esta imponente construcción de líneas italianizantes, encargada a la empresa de Noe Macchi.

    La torre eclesiástica de La Viña es la segunda más alta de Latinoamérica, con 44 metros de altura.

    CREMACION

    La nueva versión de los cementerios encuentra su expresión en la cremación, la cual no es otra cosa que la destrucción por medio del calor, en un horno crematorio, de cadáveres, restos humanos y restos cadavéricos hasta su reducción a cenizas.

    El proceso generalmente toma entre 1 y 3 horas, dependiendo del tamaño del cuerpo. Después de este procedimiento, se requiere un período de enfriamiento antes de poder manejar los restos. A menos que se especifique lo contrario, los restos se colocan en una urna (u otro contenedor) y se devuelven a la familia.

    URNAS:

    La entrega se realiza, por lo general, al día siguiente al de la incineración, en una o varias urnas o relicarios. Son únicamente restos humanos, pues se han eliminado otros como los del féretro y la ropa, y vienen a pesar entre 2,5 y 3 kg.

    En la mayoría de los casos, la cremación de cuerpos se lleva a cabo sin ropa y con el féretro . Esta práctica se ha convertido en la norma debido a varias razones.

     

     

     

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