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Sitial Nº 25 - Cnel. Vicente Torino de Viana

por Historiador Luis Arturo Torino

El coronel Vicente Torino de Viana nació en Rosario de Lerma, Provincia de Salta, en la última década del siglo XVIII, según lo consigna el distinguido biógrafo e historiador, Capitán de Fragata ( R ) don Jacinto Yaben en su obra “Biografías Argentinas y Sudamericanas”, Tomo V. Era hijo de don José Miguel Torino de Viana y Rodrigo Valdés y de doña Josefa Arias de Velázquez ( Jorge Lima González Bonorino, en su libro “La Antigua Sociedad Colonial en la Provincia de Salta”, registra a esta señora como Arias de Vidaurre, pero la partida de matrimonio de la pareja, que obra en el Archivo Parroquial la designa de la manera expuesta anteriormente).
Respondiendo al llamado de Mayo de 1810, el futuro coronel se alistó, siendo un niño aún, en calidad de soldado de la Compañía de Chicoana, ascendiendo al año siguiente a cadete del mismo cuerpo que, al subsiguiente, tomó el nombre de “Compañía de Voluntarios de Caballería de Chicoana”, revistando el cadete Torino con idéntico grado.
A principios de 1814 formaba parte de “Las Avanzadas de Guachipas” a las órdenes del capitán don José Apolinar Saravia, asistiendo, por consiguiente, al reñido combate de “Sauce Redondo”, donde fue batido el capitán realista Fajardo. En el parte expedido por don Apolinario Saravia al coronel José de San Martín, durante su breve permanencia al mando del Ejército del Norte, con fecha 25 de marzo de 1814, le comunica: “ el valor e intrepidez con que se han comportado mis cadetes don Vicente Torino, don Jorge Torino y don Manuel Gutiérrez”
Con posterioridad, asistió don Vicente al asalto que llevaron a cabo contra la ciudad de Salta las fuerzas mandadas por el comandante Zabala, el día 10 de julio, sobre todo, cuando los españoles, que habían retrocedido, se reforzaron en el pueblo y lanzaron un contraataque encabezado por el comandante don Melchor Lavín, que progresó en dirección sur tomando como eje la actual calle La Florida. Ante tan considerable fuerza de tropas regulares, Zabala comenzó a ceder terreno lenta y gradualmente, con la suerte de que el fuego de fusilería de sus efectivos, entre los que se encontraban los hermanos Torino, hirió gravemente al jefe español causando la desmoralización de sus hombres, que retrogradaron a su vez, mas el contingente patriota no pudo sacar provecho de su inesperada ventaja, pues habían agotado completamente las municiones y su comandante ordenó la retirada. Con todos estos antecedentes en su foja, Torino fue promovido a alférez de 2da. Compañía del 2do. Escuadrón del Regimiento de Dragones, con antigüedad al 1 de marzo de ese año.
En 1815 hizo la campaña con el Ejército del Norte mandado por el general Rondeau, participando en el combate de “Puesto del Marqués”, el 17 de abril, y en la acción de “Venta y Media”, el 20 de octubre, donde fue herido de gravedad en el brazo izquierdo, conjuntamente con el sargento mayor don José María Paz, que lo fue en el derecho y que revistaba en su mismo cuerpo. El más tarde general Paz, en sus conocidas “Memorias Póstumas”, menciona el suceso y sus protagonistas, haciendo notar de que fue aquella, la causa de que no pudieran participar en la malhadada batalla de Sipe-Sipe, el 29 de noviembre, ya que para aquella fecha, ambos se encontraban reponiéndose en Cochabamba.
El 26 de abril de 1817 fue promovido a teniente del Regimiento de Dragones de la Nación por el Director Supremo, don Juan Martín de Pueyrredón, con antigüedad al 18 de setiembre de 1815 , prestando servicio en aquel tiempo en las avanzadas de la Quebrada de Humahuaca, en constante lucha con las tropas realistas.
El 14 de abril de 1817 fue graduado capitán de Dragones. En el mes anterior se había distinguido en las cercanías de Jujuy en los combates de tres días de duración sostenidos contra los efectivos del general español don José de La Serna, mereciendo los elogios de Güemes en su parte de batalla sobre aquellos épicos episodios, en particular de los combates librados el día 14. Jornadas más tarde, cuando el jefe hispano penetró en Salta y proyectó la desastrosa campaña a los Valles Calchaquíes liderada por el coronel Sardina, volvió el oficial rosarino a hacer valer sus quilates de guerrero en los distintos choques y escaramuzas que jalonaron aquel malogrado periplo de los hispanos. Se destacó en las acciones del Bañado, Pucará ( su propia estancia ), Cerrillos y otros puntos cercanos al pueblo de Salta, participando activamente en aquel memorable esfuerzo de los gauchos para arrojar al enemigo, que obligó a las tropas del rey a emprender una retirada por demás precipitada y poco airosa en el mes de mayo siguiente.
El 14 de setiembre de 1819, el general Rondeau le extendió los despachos de capitán, pero Guemes ya lo había graduado de sargento mayor el 10 de julio de 1818. Torino, ya desde 1816 venía sirviendo a las órdenes del glorioso caudillo salteño, combatiendo en las filas de los “Infernales” y otros cuerpos milicianos. En 1820, cuando acaeció la lamentada muerte del heroico e infatigable coronel don Juan Antonio Rojas, nuestro biografiado lo sucedió en el mando de la famosa división corsaria “La Coronela”, el cuerpo más instruido y militarizado de las huestes del general gaucho, figurando honrosamente en el parte del día 22 de junio, cuando se llevaba a cabo la gran invasión protagonizada por los generales Ramírez Orozco y Canterac que, por primera vez, había logrado superar el límite impuesto por Güemes, el río Pasaje. Tales merecimientos alcanzó en aquella diputada lucha don Vicente Torino que, el 16 de agosto de 1820 se le extendieron los despachos de coronel graduado.
Con su habitual intrepidez, se batió luego durante la invasión del brigadier don Pedro Antonio de Olañeta en 1821. Ya muerto el glorioso caudillo de Salta, luchó ardorosamente en aquel crucial mes de julio de ese trágico año, hasta que las huestes del bravo jefe español desocuparon el suelo de su querida provincia natal.
Ascendido a coronel efectivo el 31 de agosto de 1822 por el gobierno salteño, a fines del mes de abril de 1825 marchó a incorporarse a los efectivos del general Arenales, que se encontraba en el Alto Perú liquidando los últimos asuntos que quedaban sin resolver de la Guerra de la Independencia. Este jefe, gobernador de la Provincia, designó al coronel Torino para comandar interinamente el Escuadrón de la Quebrada del Toro. Luego, prestó otros valiosos servicios a su pueblo de origen.
El gobierno de la Confederación Argentina, le reconoció el empleo de coronel de caballería del Ejército Nacional, el 5 de setiembre de 1856, revistando en Inactividad. El 9 de setiembre de 1864 fue incorporado al Ejército Argentino por el Presidente Mitre.
Falleció en su villa natal, Rosario de Lerma, el 17 de agosto de 1867. Había contraído enlace en esta misma localidad con doña María Antonia de Wierna.
En la actualidad, como reconocimiento a su destacada actuación militar, un pasaje de la ciudad de Salta lleva su nombre y, en la misma ciudad, una de las plazoletas del Parque San Martín, lo recuerda conjuntamente con su hermano el también coronel don Jorge Torino de Viana. La plaza de Rosario de Lerma en un monolito, hace memoria de él como uno de los más dilectos de sus hijos.
De los brillantes antecedentes expuestos, concluyo en que el nombre del coronel Vicente Torino de Viana bien merece nominar un sillón académico de la institución güemesiana denominada “La senda gloriosa de la Patria”.