Historia de Salta

Combate de Susana - 1811

Manuel Dorrego

Luego de la retirada a causa de la derrota en la batalla de Huaqui, el nuevo comandante del Ejército del Norte, Juan Martín de Pueyrredón, decidió hacer un nuevo intento de avanzar sobre el Alto Perú para apoyar a la nueva insurrección de Cochabamba. Para ello envió a su segundo, el mayor general Eustoquio Díaz Vélez con un regimiento de caballería y un batallón de infantería hacia la villa de Yavi. Como los soldados consideraban que era una misión suicida, antes de la partida se produjo un motín en el batallón de infantería que se saldó con la ejecución de los cabecillas. En esas circunstancias, Manuel Dorrego se ofreció para acompañar a Díaz Vélez. La fuerza de Díaz Vélez se internó en Chichas, pero el comandante realista José Manuel de Goyeneche envió 400 soldados a enfrentarlos, situándose ambas fuerzas frente a frente. Las fuerzas realistas se retiraron en busca de los 600 soldados de refuerzo que Goyeneche envió al mando de Francisco Picoaga.

El avance de Díaz Vélez hizo que Picoaga se retirara hasta Tupiza, en donde incorporó 400 hombres que allí tenía y se situó en la margen norte del río Suipacha. Díaz Vélez contramarchó recibiendo el refuerzo de 200 hombres de caballería al mando de Martín Miguel de Güemes, pasando por Cangrejos, hasta acampar el 15 de diciembre en Los Colorados con 700 hombres, a la espera de las órdenes de Pueyrredón.

El entonces capitán MANUEL DORREGO, al mando de 40 hombres de las fuerzas de EUSTOQUIO DÍAZ VÉLEZ que operaban con el Ejército del Norte para detener el avance de los realistas, salió a batir a una partida enemiga que se hallaba distante cuatro leguas del pueblecito de Sansana. Al llegar al punto indicado, en este día, encontró al enemigo debidamente atrincherado, cubierto por unos ranchos y detrás de unos tapiales que los circundaban. De inmediato se trabó el combate entre una y otra fuerza, que duró cerca de una hora, hasta que acometiendo al rancherío por diferentes lados, los patriotas consiguieron dar muerte al que mandaba la partida realista, provocando así la rendición del enemigo.

Hubo 14 muertos, teniendo a su vez 3 argentinos muertos propios, antes de tener que huir ante la llegada de 200 realistas.

Dos días después la división de Díaz Vélez recibió refuerzos, totalizando 860 hombres, 300 de ellos fusileros montados y los demás de infantería, junto con 150 honderos indígenas adicionales y 5 piezas de artillería.

Luego de negociaciones frustradas, el 11 de enero de 1812 Díaz Vélez envió a Dorrego con 100 hombres a copar el caserío de Nazareno (a 3 km al este de la aldea de Suipacha), en donde fue derrotado en el combate de Nazareno, al día siguiente.

Parte Oficial

Paso á poner en noticia de V. S. como mi avanzada del punto de Pumaguasí en la noche del 16 á la una y media de la mañana tubo noticia que el enemigo tenía de allí quatro leguas del pueblito de Sansana unas cargas de harina. Inmediatamente salieron 40 hombres al cargo de mi ayudante de campo D. Manuel Dorrego, llevando por subalternos á los tenientes de dragones D. Luis Garcia, y de infanteria D. Antonio Basán: al estar próximos al punto de la denuncia, supieron hallarse en unos ranchos la partida enemiga á la que acometieron al aclarar.
Como los enemigos se hallasen atrincherados parte dentro del rancho, parte detras de los tapiales, y los nuestros á cuerpo descubierto, se trabó un fuego vivisimo, que duró cerca de una hora, hasta que acometiendo al rancho por diferentes puntos consiguieron matar al que los comandaba. La perdida del enemigo fue de 14 muertos 2 heridos mortalmente y 6 prisioneros: al principio de la acción se huyeron 4 á caballo y 3 á pie por una quebrada inmediata. De nuestra parte hemos tenido 3 muertos y un herido levemente.
Se les tomaron 27 mulas, 13 fusiles útiles y 6 que hicieron pedazos en el acto de la acción; pero el mas feliz resultado fue que en los dichos ranchos existian los equipajes de los soldados, y aun de varios oficiales de lo que tubo nuestra tropa un quantioso botin; pero como en estas circunstancias se aparecieron tres partidas enemigas en número de 150 hombres en un cerro muy inmediato hizo el capitan Dorrego que se pegase fuego á los ranchos para que se quemase el resto del equipage que no había podido tomar la tropa, el que según el gran incremento que había tomado el fuego quando se retiraron juzga se reduxo todo á cenizas.

 

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