Historia de Salta

Descubrimiento y Población del Tucumán y de Cuyo

El primero que entró en nuestro territorio por el norte con propósito de ocupación fue don DIEGO DE ROJAS, ya que Almagro había penetrado en 1536 sólo de paso.

Rojas llegó hasta Santiago del Estero, donde fue herido mortalmente por los indios. Antes de morir, dejó el mando a FRANCISCO DE  MENDOZA, lo cual no agradó al capitán Felipe Gutiérrez, a quien hubiera correspondido por ser segundo de Rojas, Por eso Mendoza lo tomó preso y lo envió al Perú.

El nuevo jefe decidió seguir hacia el sur; los expedicionarios atravesaron la provincia de Córdoba, y luego, guiados por el Carcarañá, llegaron hasta el Paraná, junto al viejo fuerte de Gaboto. Quiso remontar el gran río para llegar hasta Asunción pero sus hombres negaron a seguirle. Como Mendoza insistiera y, más aún, los tratara con dureza,  se conjuraron varios y lo asesinaron.

Esta expedición pobladora fue un fracaso. Pero el largo camino recorrido por los sobrevivientes sirvió para proporcionar valiosos datos que fueron bien aprovechados por los hombres del Perú.

Núñez del Prado:

A pesar del fracaso de la expedición de Rojas, el gobernador del Perú comisionó a JUAN NÜÑEZ  DEL PRADO para que entrara al Tucumán y fundara una ciudad. Como habían acabado las guerras civiles en el Perú, forzoso era dar ocupación a soldados y pobladores alejándolos de Lima, según quería el Licenciado LA GASCA, presidente de la Real Audiencia.

La provisión entregada a Prado declaraba formalmente que debía pacificar y reducir a los indios. Que no se recurriera a la guerra contra ellos, que el mejor modo de conseguir su conversación era fundar un pueblo de cristianos. Se le ordenaba que en todo se guiara por la recta conciencia y de acuerdo con los principios de la justicia y que fueses paternal en el trato con los naturales.

Se le concedió el título de "Capitán y Justicia Mayor" y se lo autorizó a formar cabildo y a repartir tierras entre los vecinos.

NÚNEZ DEL PRADO salió desde Potosí en 1549 con poco menos de un centenar de hombres. Al año siguiente, en las proximidades de la actual Tucumán,  fundó una población a la cual dio el nombre de El Barco para congraciarse con el presidente La Gasca, nativo de El Barco de Ávila (España).

Apenas asentada la ciudad del Barco, llegó FRANCISCO DE VILLAGRA, que venía desde el Perú rumbo a Chile con tropas para don PEDRO DE VALDIVIA. Villagra reclamó que la fundación se había efectuado en la jurisdicción de Valdivia; Núñez del Prado se sometió porque no tenía fuerzas para resistirle.

En cuanto se alejó FRANCISCO DE VILLAGRA, el fundador ordenó el traslado de la población a otro sitio, con la idea tal vez de salir de la jurisdicción de Valdivia y con el fin manifiesto de buscar lugar más adecuado (1551).

Al cabo de ocho meses, como la hostilidad de los indios fuera cada vez mayor, NÚÑEZ DEL PRADO resolvió trasladar nuevamente a su ciudad. Esta vez eligió un lugar a orillas del río Dulce, pocos kilómetros al sur de la actual Santiago del Estero (1552).

2) Fundación de Santiago del Estero (1553)

El gobernador de Chile, don Pedro de Valdivia, envió a don FRANCISCO DE AGUIRRE al Tucumán como gobernador y capitán general de la ciudad de El Barco. Volvía a reavivarse el problema de la jurisdicción de esa ciudad, que en realidad no pertenecía a Valdivia.

Francisco de Aguirre llegó en 1553, tomó prisionero a Juan Núñez del Prado, lo remitió a Chile y asumió el mando de la ciudad. Del Prado fue absuelto de culpa y cargo y repuesto por la Audiencia de Lima, pero no volvió más al Tucumán.

Cuando don FRANCISCO DE AGUIRRE entró en la ciudad de El Barco tomó posesión de ella ante escribano y designó nuevos alcaldes y regidores para el cabildo. Como viera que el terreno era bajo e inundable, hacia junio de 1553 trasladó un poco más al norte la población y le dio el nombre de Santiago del Estero. Activó la colonización de los aledaños, fomentó la agricultura y distribuyó los indios en encomiendas.

Aguirre no fundó una nueva ciudad. Solamente corrigió su emplazamiento y le cambió de nombre. De ahí que pueda afirmarse que el verdadero fundador de Santiago del Estero fue don JUAN NÚÑEZ DEL PRADO.

El carácter altanero y violento de Aguirre le atrajo numerosos enemigos, tanto entre los vecinos como entre el clero y los magistrados, pero demostró verdadero talento de organizador. Desde entonces, Santiago del Estero se transformó en una verdadera Ciudad Madera de la gobernación del Tucumán.

Creación de la Gobernación del Tucumán (1563).

En 1563, Felipe II expidió una Real Cédula determinando los límites jurisdiccionales de la Audiencia de Charcas, e incluyendo dentro de ellos a la gobernación del Tucumán. De este modo se la separó de Chile, separación que se completó en 1564 con el nombramiento de un gobernador para la "provincia del Tucumán, diaguitas y juríes", con residencia en Santiago del Estero.

3) Fundación de San Miguel del Tucumán (1565)

Cuando todavía Tucumán estaba bajo jurisdicción de Chile,  hubo un gobernador -JUAN PÉREZ DE ZURITA-, que fundó tres precarios asientos llamados Londres, Cañete y Córdoba del Calchaquí (1558).

Los belicosos indios diaguitas destruyeron las tres poblaciones que, en conjunto, apenas llegaban a sesenta vecinos.

Poco después de la separación del Tucumán fue nombrado gobernador don FRANCISCO DE AGUIRRE, a quien ya conocemos. A mediados de 1565, encomendó a su sobrino DIEGO DE VILLARROEL la fundación de una ciudad en el camino hacia Lima.

Villarroel eligió un lugar que los indios llamaba Ibatin y allí fundó la ciudad de San Miguel del Tucumán y Nueva Tierra de Promisión (1565). Esta ciudad, trasladada cien años más tarde a orillas del río Calí, es la misma que hoy conocemos con el apocopado nombre de "Tucumán", capital de la pequeña provincia homónima.

Fundación de Córdoba (1573)

Para suceder a Villarroel en el gobierno de Tucumán, el virrey del Perú designó a JÉRONIMO LUIS DE CABRERA con encargo de fundar una ciudad en Salta; pero Cabrera con el fin de buscar una salida directa por agua y evitar a Tucumán su dependencia comercial del Perú, se encaminó al país de los indios comechingones y al llegar a orillas del río Suquía fundó una nueva población llamándola Córdoba de Tucumán. Luego de explorar la región por el este llegó al río Paraná al punto en que Caboto estableciera el fuerte Sancti Spíritus entablándose entre ambas gentes una aguda polémica por cuestión de jurisdicción.

4) La corriente pobladora del oeste

La región de Cuyo abarcaba aproximadamente las actuales provincias de Mendoza, San Juan y San Luis. Cuando FRANCISCO DE VILLAGRA llegó hasta allí (1551)- después de litigar en El Barcon con Núñez del Prado-, estaba habitada por indios ándidos que conocían la agricultura y la vida sedentaria. Algunos de ellos pasaron a Chile y pidieron a los españoles que se llegaran hasta Cuyo para poblarlo.

Cuyo estuvo administrativamente ligado a Chile hasta la creación del Virreinato del Río de la Plata. La población se extendió alrededor de tres ciudades: Mendoza, San Juan y San Luis.

Fundación de Mendoza (1561)

Sin embargo, a medida que crecía su riqueza agrícola, Cuyo comenzaba a vincularse casa vez más con las ciudades del Tucumán y del Río de la Plata. A pocos años de poblado por los españoles, los cereales, las frutas y los vinos de Cuyo buscaban ya los caminos del este y del noroeste.

Durante el gobierno de GARCIA HURTADO DE MENDOZA se presentó en Chile una comisión de indios huarpes, los cuales solicitaron que se les diera animales y semillas y, si fuera posible que algunos españoles pasaran a Cuyo para enseñarles nuevas técnicas de cultivo.

Accedió a ello el gobernador y designó para la empresa a don PEDRO DEL CASTILLO, quien juntamente con cuarenta castellanos atravesó la cordillera rumbo al este.

El 2 de marzo de 1562, en el valle de Guantata, fundó la ciudad de Mendoza. Como el lugar elegido no fuera muy a propósito para una población, al año siguiente fue trasladada a un sitio más adecuado por JUAN DE JUFRE, denominándola “ciudad de la Resurrección”.

Fundación de San Juan (1562) y de San Luis (1594)

En 1562 pasó a Cuyo don JUAN JUFRE y, después de trasladar la ciudad de Mendoza, decidió asentar otra población más al norte, llamándola San Juan de la Frontera. En ella levantaron su solar unos veinticinco vecinos, que fueron tratados amistosamente por los huarpes.

La tercera ciudad cuyana, San Luis, fue fundada en 1594 por LUIS JUFRE Y MENESES – hijo de don Juan Jufré -, de acuerdo con las órdenes del gobernador de Chile,  don MARTIN OÑEZ DE LOYOLA.

Luis Jufré la llamó San Luis de Loyola, aunque luego se la nombraba como San Luis de la Punta de los Venados. De ahí el nombre de “puntanos”  dado a los habitantes de esta ciudad y, por extensión, a los de toda la provincia.

Esta fundación revela una búsqueda del Río de la Plata. Evidentemente, la cordillera separaba de chile a los cuyanos y Carlos III, al crear el virreinato, así lo comprendió.

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