En 
                        la mayoría de los sectores un elevado número de pequeñas 
                        y medianas empresas convive con firmas grandes, concentradas, en muchos 
                        casos ligadas a capitales internacionales. Estas grandes empresas y 
                        la GDM se necesitan mutuamente y se conducen como un oligopolio bilateral 
                        en situación de competencia, siendo escasos los avances registrados 
                        en acciones coordinadas en un contexto de cooperación mutua. 
                        La concentración e internacionalización de la gran industria, 
                        paralela a la evolución de la GDM, anticipa el desarrollo de 
                        relaciones entre proveedores globales y distribuidores 
                        globales, en el marco de una centralización de operaciones 
                        a escala mundial. La gran industria está reaccionando con distintas 
                        estrategias:
                      Ø     defensa de las marcas propias frente 
                        a las marcas del distribuidor: mayores inversiones en marketing para 
                        oponer la concentración de marcas a la concentración 
                        de canales, con la intención de no transformarse en productores 
                        por cuenta de la GD. Sin embargo el fenómeno de las 
                        marcas propias del distribuidor se ha extendido ampliamente en los países 
                        industrializados, y está tomando creciente importancia en Argentina.
                      Ø     diversificación creciente 
                        de sus productos: acciones realizadas desde lo logístico y lo 
                        tecnológico. En este último aspecto cobran cada vez más 
                        importancia las tecnologías de diferenciación postergada, 
                        coordinadas desde sistemas de información de mercados, a fin 
                        de trabajar en flujo tenso.
                      Ø     diferenciación o segmentación 
                        de sus socios comerciales: apoyo a la reconversión de minoristas 
                        tradicionales, atención de nuevos canales, etc., diferenciando 
                        productos en función de los clientes típicos de dichos 
                        canales.
                      Ø     inversiones en logística, 
                        informatización y centros de distribución para aumentar 
                        su competitividad (y por tanto su poder de negociación) frente 
                        a la GDM y su confiabilidad como proveedor de la misma.
                      Para 
                        las PyMES la situación es crítica: deben adaptarse completamente 
                        a las exigencias de la GDM, aceptando largos plazos de pago, descuentos 
                        extraordinarios, pérdidas por roturas en los locales de la GDM, 
                        etc.; esta situación -consecuencia de la asimetría en 
                        el poder de negociación de las partes- pone en riesgo la supervivencia 
                        de muchas empresas y obliga a todas a una reconversión intensa 
                        y urgente. Las posibles consecuencias son graves: a la desaparición 
                        de empresas (incrementando el número de desocupados) se suma 
                        la precarización de las condiciones de trabajo en muchas de las 
                        que subsistan, derivando todo ello en un aumento de los excluidos por 
                        el sistema. Debido a la debilidad relativa de las PyMES y su crónica 
                        falta de asistencia financiera, entre otros factores, las acciones correctivas 
                        individuales son poco o nada viables: es imprescindible la ejecución 
                        de políticas públicas para la defensa y transformación 
                        de este subsector, atendiendo a su rol social tan importante como insustituible.
                      ·        Producción 
                        Primaria: por razones comerciales, las estrategias de la GDM dan 
                        especial atención a la venta de productos frescos. Ello impacta 
                        en las etapas productiva (profundización de las relaciones contractuales 
                        con los productores primarios, tendiendo a desaparecer aquellos que 
                        no pueden adaptarse a las nuevas condiciones) y comercial (debilitamiento 
                        de los mercados de concentración mayorista, aparición 
                        de nuevos agentes en la cadena intermediaria, con mayores eficiencia 
                        e inversiones en logística, informatización, manejo de 
                        frío, packaging, etc.).
                      Los 
                        productores que deseen subsistir deberán tecnificarse, adecuar 
                        sus variedades, asegurar volúmenes y calidad, y cumplir con plazos 
                        y lugares de entrega en condiciones de empaque y procesamiento adecuado 
                        del producto. También deberán agruparse en formas asociativas 
                        novedosas y extendidas, como ha ocurrido en países desarrollados: 
                        no es el productor individual (de por sí atomizado) el que logrará 
                        negociar adecuadas condiciones comerciales con la GDM; como ejemplo 
                        tal vez extremo puede citarse el caso de Holanda, donde las organizaciones 
                        de productores son responsables de la comercialización del 95% 
                        de las frutas y del 80% de las hortalizas.
                      ·        Comercio 
                        Minorista tradicional. Del 84 al 93 cayeron su número 
                        y la ocupación generada: -35% y -31% respectivamente. Este proceso 
                        se acentuó en los años siguientes. Conducen a este proceso 
                        la recesión económica y el sobre dimensionamiento del 
                        número de comercios, lo que se agrava en los casos de superposición 
                        geográfica con nuevos locales de la GDM. Sin embargo el fenómeno 
                        es común a todos los países en que la GDM ha pasado a 
                        ser la forma dominante de los canales de comercio minorista. Las principales 
                        respuestas hasta ahora han sido:
                      Individuales 
                        del sector privado. Nuevas formas comerciales tendientes a mejorar 
                        eficiencia y captar nuevos nichos de mercado: minimercados, maxikioscos 
                        y negocios de conveniencia, los que constituyen a su vez nuevos clientes 
                        para la gran industria (alimentaria o no) y los abastecedores mayoristas.
                      Colectivas 
                        del sector privado. Asociación de comerciantes en una geografía 
                        común para defensa del territorio, con acciones que 
                        mejoran los servicios al consumidor, pools de compra que 
                        aumentan su capacidad negociadora, etc.
                      Acciones 
                        públicas. Diversas medidas de protección y desarrollo 
                        del comercio minorista tradicional, con asesoramiento y capacitación 
                        en lo tecnológico y organizativo, inducción de creación 
                        de formas asociativas, financiación mediante líneas promocionadas 
                        para acciones de inversión y reconversión, etc.
                      Canal 
                        Mayorista de la alimentación: actualmente en un fuerte proceso 
                        de reestructuración con cierre de empresas y acelerada concentración 
                        en las restantes. En los 90 este canal ha perdido influencia como 
                        eslabón entre la gran industria y la GDM, ha visto reducirse 
                        su clientela tradicional y sus funciones han sido absorbidas por muchas 
                        industrias líderes a través del desarrollo de distribuidores 
                        exclusivos. Las fuentes de ganancia tradicional hasta fines de los 80, 
                        bajo una economía inflacionaria, desaparecieron con la estabilidad 
                        económica y el auge de la GDM; en los 90 las fuentes de 
                        ganancia pasaron a depender de factores como la escala operativa, perfil 
                        comercial actualizado al nuevo paradigma del negocio y la incorporación 
                        de innovaciones tecnológicas y de servicios. Mientras desaparece 
                        el mayorista tradicional de mostrador se desarrollan los mayoristas 
                        de autoservicio, los mayoristas distribuidores, los especializados y 
                        los distribuidores exclusivos, junto a integraciones horizontales en 
                        clubes y asociaciones de compra, e integraciones verticales en los casos 
                        de mayoristas que intentan competir abriendo sus propios locales de 
                        venta minorista. Su reconversión, alentada por algunas grandes 
                        industrias como contrapeso a la GDM, deberá pasar por la especialización, 
                        diferenciación por servicio al cliente, incorporación 
                        de tecnología y capacitación del personal.