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Danza

 

a palabra Folklore (voz inglesa , compuesta, creada por William J. Thoms: folk, significa popular; lore significa - referido al pueblo - ciencia o saber ) se refiere al conjunto de las tradiciones, creencias y costumbres de las clases populares.

El folklore no deriva de la naturaleza intrínseca de los bienes o fenómenos. Nada es folklore por fatalidad de su esencia, sino que se convierte en folklore debido a una peculiar asimilación cultural, a una típica actitud colectiva frente a ellos.

Orígenes de nuestras danzas:

Nuestras danzas no son las folklóricas españolas. Los bailes criollos son los antiguos bailes cortesanos europeos americanizados. La corriente de los salones y la del teatro son las principales vías de transporte y de penetración.

Nuestros bailes llegaron de España; pero también a través de España, y directamente de Francia.

Las danzas de los soldados y de los colonos, esto es, las folklóricas españolas, inseparables de su patrimonio espiritual en marcha, murieron en América con ellos o con sus hijos. No llegaron los bailes en bloques y al comienzo, sino en todos los tiempos, como hasta hoy. “América folklórica no es España folklórica sino España culta, Europa culta. América folklórica es una retardada selección de la Europa superior”.

Las danzas no llegaron con la masa directamente a cada lugar. Los bailes cortesanos europeos se instalaron en las ciudades virreinales y se crearon en ellos focos independientes de transformación y difusión. Tres ciudades asumieron en Sudamérica el control, la promoción y la difusión: Lima, primero, y durante siglos; Río de Janeiro y Buenos Aires después. Varias ciudades se convirtieron en subfocos de promoción e irradiación.

Los bailes europeos no se mezclaron con los indios y los africanos para elaborar los bailes criollos; descendieron de los salones superiores a todos los grupos que los sociólogos llaman “inferiores”, pero no consta que los híbridos así formados, ascendieran de nuevo de alguna aldea a los salones para alcanzar dispersión continental.

No hay en nuestras danzas formas indias o africanas generalizadas (el Carnavalito vive en un islote); las influencias negra e indígena se sienten a veces en el estilo. Los negros, en particular “vitalizan el ambiente americano con imponderable inyección de temperamento, de aptitudes, de maneras de hacer”... No de formas. Se refiere al ambiente criollo por excelencia, al criollo europeo y no a los reductos africanos sobrevivientes o a los grupos africanoides sui generis de enquistado patrimonio, de persistencia sin influjo.

Carlos Vega, “Acerca del origen de las danzas folklóricas argentinas”, en: Revista del Instituto de Investigación Musicológica "Carlos Vega", Nº 1, 1977, p. 9-10

 

Asesor de esta Página: Prof. Walter Gutierrez (Academia de Danzas Raíces Argentinas)
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