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El Poncho Salteño

Por Jorge Virgilio Núñez

Quiero sostener que el "Poncho" es una prenda de múltiples usos que define el patrimonio tradicional Argentino y está presente en todas las manifestaciones culturales a lo largo de nuestra Historia, sirviendo como un distintivo de señorío y tradición, así Ponchos Tejidos encontramos desde la baja California hasta la Patagonia y especialmente en las proximidades de la Cordillera de los Andes.

Color

Nuestro "Poncho Salteño", rojo, sangre de toro, con guarda, cuello y flecos negros, se define como la prenda de Cobertura (para el frío o calor), ya utilizada en tiempos prehispánicos y representativo de la población criolla superior. Es la manta que acompañó siempre a todo viajero. Mide entre 1,50 o 1,80 por 1,90 o 2,30, dependiendo del tamaño del que lo usa; esta compuesto por dos paños cosidos a mano con punto zig zag o ala de mosca, de color rojo sangre de toro, rojo punzó, con listones negros. Por razones practicas, se deja abierto unos 0,35 cm. aproximadamente en la parte central, el que sirve para pasar la cabeza, el contorno del cuello, es negro al igual que el moño, esto en señal al luto por la muerte de nuestro General. En la terminación de la prenda, lleva flecos negros, cosidos a mano de unos 0,6 cm a 0,9 cm aproximadamente.

En la confección del poncho salteño, se puede plasmar, la creatividad en los hilados, respetando los colores que nos identifican, aplicando de esta manera sus costumbres, sus técnicas, dándole a la prenda características particulares y una versatilidad sumamente interesante. La razón que sea de dos paños, es por su origen Andino antiguo, ya que representa la dualidad en la filosofía y cosmogonía, dos partes inseparables de una totalidad, por lo que esta manta era empleada en toda ceremonia religiosa, luego esta prenda fue adoptada por los criollos, generalizándose su uso.

Puede estar confeccionada de: lana de oveja, vicuña, guanaco, alpaca o llama y de los hilos industriales, de merino, seda etc. También solía hacerse un poncho de hilo de algodón mezcla con seda, de trama muy ajustada, que servía en los viajes como rompevientos o impermeable.

Cuando hablamos de materiales es prudente hacer referencia a la injerencia que tuvo la fibra de algodón con relación a los materiales autóctonos allá por el 1.560 cuando se introdujeron desde la Serena (Chile) las primeras semillas de algodón, así el Tucumán se convertía en una gran área algodonera

La falta de prendas obligo a desarrollar una producción textil que no tenía grandes antecedentes en la región, actualmente podemos reconocer aquel impacto por medio de las confecciones de bayetas y barracanes que hoy se siguen produciendo en la provincia de Salta y en Jujuy.

En cuanto a las técnicas de su confección artesanal podemos decir que se usaba y se sigue usando a faz de urdiembre, compactada en telar a pala, tejido en telar horizontal de catre.

Respecto a los colores y la tintorería prehispánica, la información dista mucho de poder ser completa, debido a los distintos grupos étnicos y a la utilidad que los mismos dieron a los elementos minerales, vegetales o animales que se encontraban a su alcance. En las culturas tradicionales el uso de los colores ha estado muy condicionado por su disponibilidad en el medio ambiente, nos referimos al rojo y al azul, colores tradicionales unidos a textiles criollos. Hacia el año 1600 la vicuña se teñía de rojo, apareciendo el rojo granate en los Ponchos coloniales, incluso coexistiendo con rayas logradas con hilos de oro o de plata.

Sobre la tintorería podemos destacar que el método que caracterizó a la cultura Nazca en el Perú allá en el siglo VI, fue el uso de la cochinilla (dáctilo pus coccus cacto), un insecto muy común en ciertas regiones de América, que habita en los cactus y tiñe la prenda de color rojo. Haciéndose su uso extensivo hasta la época colonial.

Es claro que la tradición de teñir los ponchos es de muy antigua data y se generaliza su utilidad durante la guerra gaucha, de modo tal de distinguir amigos y enemigos teniendo en cuenta que los componentes de las milicias locales de la época no poseían una uniformidad en el vestir excepto cuadros como los regimientos de Dragones Infernales.

Había en Salta un cura de apellido Zerda, activo y convencido realista que resolvió crear un escuadrón o unidad de milicias en defensa de la Corona. Este personaje armó, uniformó y sostuvo esta unidad a su costa, y la llamó Los Angélicos, por considerarlos como los ángeles defensores de una justa causa.

El Gral. Güemes, retrucó su iniciativa creando el Regimiento de "Los Infernales" a quienes uniformo de color rojo, tal como hasta hoy los conocemos, este alegaba que con los Infernales vencería a los falsos ángeles, en aras de una causa aún mas justa que las de los Angélicos. Los Infernales son sin duda uno de los regimientos más famosos en la historia de nuestra Independencia, exponentes cabales de la idiosincrasia gaucha. La velocidad sorprendente de sus ataques, retiradas y emboscadas, hicieron que los jefes realistas, excombatientes de la guerra Napoleónica en Europa, exclamasen en más de una oportunidad: - ¡Son demonios que parecen fantasmas!

Dice en el Güemes Documentado Pág. 98 Tomo VIII que el Gral. Don Martín Miguel de Güemes en el año 1819 le solicita al Capitán Don Juan Esteban Arias de Navamuel (Administrador de los Almacenes del Estado de Salta), se encargue de la distribución de 257 ponchos surtidos, entre las divisiones Militares existentes.

Existen documentos varios, obtenidos del Archivo de la Provincia en donde el Gral. Güemes ordena entre otras cosas, la compra de bayeta color grana, otro de bayeta color azul, estas para la confección de ponchos de sus escoltas, como también bayeta de color verde para la confección de los uniformes. En mas de una oportunidad y dado la pobreza que muchos de ellos tenían, su "Poncho" era el puyo o manta, la frezada o frazada que se acomodaba para cumplir la función de tal, si bien es cierto muchos de ellos que procedían de distintos lugares traían su "Poncho" de la zona, pero eran los menos.

Según Carlos Gregorio Romero Sosa, Martín Miguel de Güemes ejerce su mandato como Gobernador de la provincia de Salta, entre los años 1815 al 1821, que comprendía, Salta, Jujuy, Tarija y Oran, mas los distritos rurales, este impuso a sus milicianos el uso del poncho con tonos rojos y guardas negras.

La Profesora e Historiadora Teresa Cadena de Hesling, en sus escritos menciona que "El poncho se utilizaba como abrigo para el frío, la lluvia y que a la vez le servia de cobija para dormir. Los colores de esta prenda variaban de acuerdo al gusto de la tejedora, desde el color natural de la lana de oveja, los sepias, los azules con franjas blancas, los rojos con franjas blancas azules o negras, los marrones con franjas negras o blanca, siendo estas franjas rectas sin guardas comunes en los ponchos pampas de influencia Araucana.

De acuerdo a lo que hemos podido indagar, respecto de la opinión de la mayoría de los autores, en lo referente a la posibilidad de la existencia del poncho colorado, borravino o sangre de toro en el siglo XVIII y XIX, considero que ya tenían desde la época prehispánica todos los elementos para obtener dicho color, corroborando la misma con los tejidos hallados en las urnas funerarias de los indígenas.

Existe una teoría que el color del poncho salteño se debe al colorante vegetal más conocido y barato de la vieja época "el rocú" muy común en el Sur de Bolivia y Norte de Argentina, colorante que era usado por los aborígenes para sus teñidos y que luego fue adoptado por los lugareños. Reafirmando, la existencia del poncho colorado con guardas negras.

Otro antecedente importante es la pintura de Aristene Papi, quién ilustro por transmisión oral "La Muerte de Güemes", prevaleciendo en la misma, los ponchos colorados con franjas negras sin flecos ni cuello de boca de color negro. Razón por la cual, hoy se entiende que el luto que lleva el poncho es el cuello y moño negro.

Hay un documento en donde, El Fundador de la Agrupación de Gauchos de la Viña viene a Salta a desfilar para la Inauguración del Monumento al General Martín Miguel de Güemes, el 20 de Febrero de 1931, el mismo deja escrito, lo referente al premio que se hiciera acreedor, por haber sido la mejor Agrupación que desfiló en esos momentos y que fuera otorgada por el entonces Presidente de la Nación Teniente Coronel Don José F. Uriburu. En un párrafo posterior de ese documento escribe: "quedando desde dicha fecha el poncho colorado, franja y fleco negro como distintivo de la Agrupación Tradicionalista Gauchos de Güemes".

En Octubre de 2003 por iniciativa del Sr. Administrador del Mercado Regional de Salta, Don Aldo Isidro Rivera y artesanos (poncheros) de la Provincia, se perfila la posibilidad de establecer a nivel de la Secretaría de la Producción y el empleo de la Provincia, el sello de producto Salteño para el "Poncho Salteño" en el marco de la Ley 7.163.

Con fecha 21/10/03, por intermedio de la Secretaría de la Comisión AD HOC, se emiten especificaciones técnicas para el "Poncho Salteño Güemesiano".

El día 10/11/03 se hace entrega del primer certificado de sello de Producto Salteño al "Poncho Salteño Güemesiano", y es realizado el día de la Tradición.

Este hecho reafirma de alguna manera, lo que hace 77 años, se estableciera. La vigencia para La Agrupación Tradicionalista Gauchos de Güemes, del "Poncho Salteño", colorado, sangre de toro, con guarda y flecos negros, de acuerdo al documento de Don Virgilio Núñez Zambrano.

 

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Es esta la tierra heroica, la tierra gaucha por excelencia.
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